lunes, 13 de agosto de 2012

Los bloques son utilizados para oficinas y puntos de comercio



Los edificios en El Alto están destinados principalmente a la actividad comercial, entre las que se tienen tiendas, puntos de venta, alquiler de oficinas y otras actividades. El administrador Urbano de la Subalcaldía Distrito 1 (SAD 1), Walker Choque, aseguró que el incremento del número de torres se debe a factores de crecimiento urbano y comercial.

La diversidad de actividades es tal que en una planta se pueden encontrar tiendas, puntos de llamada, cafeterías, fotocopiadoras, oficinas de abogados o arquitectos y baños públicos. Los alquileres varían según el tamaño y la ubicación de las oficinas. Por ejemplo, si es planta baja y está cerca del centro, los precios van desde 500 a 2.000 dólares.

Dólares. “Quise alquilar una tienda cerca de la Alcaldía Quemada, me pidieron 800 dólares. Era para poner celulares y no era muy grande, también había que pagar la luz, agua y la garantía que era de otros 800 dólares”, relató doña Justina Aquiza, en su punto de venta en la avenida Tiahuanaco.

En estas torres, la planta baja es para ferreterías o tiendas en general, el segundo piso suele ser un instituto o un restaurante, el tercero es salón de fiestas o discotecas, el cuarto a veces está destinado a alojamiento u otro salón. En el quinto y sexto viven los propietarios, aunque no siempre ocurre esto porque de lo que se trata es de aprovechar hasta el último espacio.

Por ejemplo, en la planta baja se alquilan espacios hasta debajo de las gradas para personas que se dedican al arreglo de celulares, fotocopiadoras, venta de sellos, entre otros. Hay edificios que están destinados íntegramente a la prostitución, pues todos sus ambientes están alquilados para ese fin, como la Torre Azul, detectada por la Policía hace una semana en la Franco Valle de la zona 12 de Octubre, donde en sus cuatro plantas altas, exceptuando la baja, existían oficinas ambientadas para prostíbulos.

Otro problema de estos bloques es que no llevan numeración, por lo que se hace difícil ubicarlos. Ninguna de las oficinas de la Alcaldía pudo dar información acerca de la cantidad de inmuebles de seis plantas o más que están construidos en El Alto.

Como el administrador Urbano de la Subalcaldía Distrito 1 (SAD 1), Walker Choque, quien manifestó que se comenzará a realizar un relevamiento pues anteriores autoridades no lo hicieron. “A la fecha, la Subalcaldía no cuenta con un sistema de control para las construcciones por falta de recursos técnicos, tecnológicos y personal, porque a medida que crece la ciudad, se incrementa este tipo de negocios”.

Para el Jefe de la Unidad de Administración Territorial del municipio, Víctor Hugo Rodríguez, el comercio y las construcciones clandestinas van de la mano. “La alta densidad está en la Ceja, donde han proliferado las edificaciones clandestinas y, por tanto, la fiscalización ha quedado chica, si se hace en una, el de al lado ya levantó otra”.

El Colegio de Arquitectos de El Alto lleva adelante un estudio para identificar el tipo de actividad que se presenta en los ambientes alquilados, así lo manifestó su presidente, Freddy Herrera. “Estas estructuras son utilizadas para el comercio, negocios. Este estudio se lo hace para presentarlo al municipio a fin de que se tome en cuenta los aspectos socioeconómicos” para la planificación urbana.

Para leer los planos

La población debe contratar un albañil, pero sólo para leer los planos y construir, pero no para diseñar, dijo el presidente del Colegio de Arquitectos de El Alto, Freddy Herrera. “Lo que les falta a algunos albañiles es saber leer los planos, hay otros que lo hacen muy bien y no necesitan de un arquitecto”.

Proponen mejorar el control con subalcaldías

El jefe de la Unidad de Administración Territorial, Víctor Hugo Rodríguez, manifestó que el mejor camino para fortalecer el control de las edificaciones clandestinas superiores a los seis pisos es fortalecer las subalcaldías. “Lo que se debe hacer es fortalecer las subalcaldías para mejorar el trabajo de control en cada distrito y evitar o sancionar las construcciones clandestinas”.

El Administrador Urbano de la Subalcaldía Distrito 1 (SAD 1), Walker Choque, expresó que ninguna Subalcaldía cuenta con un sistema de cartografía e imagen satelital. “Estamos tratando de hacer un nuevo sistema, pero fusionando con Catastro y hasta fin de año tendremos un anteproyecto”.

Se supo que el municipio hizo un trabajo aerofotogramétrico y que en octubre de esta gestión se sabrá dónde están las construcciones fuera de norma, las alturas de los bloques y según los entrevistados se podrá fiscalizar.

El Colegio de Arquitectos de El Alto elabora un nuevo reglamento de Uso del Suelo y Patrones de Asentamiento (USPA). “El Colegio de Arquitectos prepara un nuevo USPA que a fin de este año será entregado el Gobierno Municipal”, dijo su presidente, Freddy Herrera.

En él se analizará el crecimiento poblacional y comercial, los aspectos sociales, culturales, además de políticos. “También estará en función a la presencia del aeropuerto, nuestro suelo es muy resistente se puede hacer edificaciones de hasta 12 pisos, por eso se espera que se construya la nueva terminal en Laja”, agregó.

Los edificios altos influyen en la personalidad

Según el presidente del Colegio de Arquitectos de la El Alto, Freddy Herrera, las construcciones elevadas ubicadas en lugares donde no deberían estar afectan a la personalidad de los colindantes.

“Las construcciones influyen en la personalidad de la gente por la llegada del sol, el ruido. La misma estructura y ancho de las habitaciones influye en el carácter de una persona. Puede causar introversión y si todas las edificaciones son de estas características, entonces estamos hablando de mucha gente que se ve influenciada por estos aspectos”, agregó.

El 90% de las edificaciones de El Alto es cuadrada o cúbica, encajonada y demuestra la personalidad de la gente que vive en el occidente boliviano, “que quiere sentirse protegida en sí misma y no es muy sociable”.

Herrera lamentó que la población vea primero los intereses económicos y después los aspectos sociales. “En un ancho de vía menor se levantan edificios de hasta siete niveles o plantas y éstos afectan al vecino, lo principal debería ser velar por el buen vivir de los moradores, pero estamos dando prioridad al que tiene más plata”. Herrera propuso que las autoridades tomen en cuenta este aspecto, pues incluso los bloques altos mezclados con construcciones bajas, lo que puede causar un desorden urbano.

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