sábado, 24 de mayo de 2014

Echan abajo el edificio Vita, ícono de La Paz, para erigir una galería



El edificio de Laboratorios Vita, que le dio nombre al paso a desnivel construido por la Alcaldía de La Paz, no existe más. Desde hace un mes, medio centenar de obreros trabajan en su demolición. Según vecinos y vendedores, allí se erigirá un centro comercial.

El inmueble estaba en la esquina de la avenida Manco Kápac, al inicio de la avenida Buenos Aires y al final de la avenida Perú en el barrio de San Sebastián. Sin embargo, por más de medio siglo este sitio fue conocido por los moradores de la sede de gobierno por el nombre del edificio.

“Desde que tengo uso de razón estaba esa construcción. Cuando era chico, me gustaba pasar por las aceras de la curva, porque por ahí salía como un vapor tibio que nos calentaba cuando hacía frío, aunque también se sentía un olor a químico”, recordó ayer Juan Pacheco, un transeúnte que pasaba por la edificación.

La Razón visitó el lugar y observó a una veintena de obreros, los que con taladros y otras herramientas desmantelan el edificio, que originalmente tenía cuatro pisos y donde Laboratorios Vita —pionero de la farmacéutica boliviana— tenía su fábrica, que se trasladó a El Alto.

La fachada, por delante está cubierta con piezas de un material tipo lona para evitar la caída de cascajo a las vías y que los transeúntes sufran un accidente. Entre la Manco Kápac y el inicio de la Perú una parte de la acera fue cerrada con calaminas. “Todo el mundo conoce este sector como la Vita y era por el edificio; ahora, sin la estructura, tal vez eso cambie, no sabemos”, manifestó Andrés Balboa.

Según al menos siete comerciantes con los que conversó La Razón, el predio que pertenecía a Laboratorios Vita fue vendido a un grupo de inversionistas agrupados en la Corporación Alianza, conformada por comerciantes de distintas asociaciones, quienes adquirieron el sitio para erigir un moderno centro comercial.

“Ya están vendiendo puestos. Tengo entendido que un sitio de dos metros por uno tendrá un precio de 30.000 dólares como mínimo. Seguramente será en los niveles más altos”, informó Dionisio Conde, vendedor de ropa. El alcalde Luis Revilla dijo que aún no se conoce de un proyecto que se erigirá en el predio donde estaba la icónica edificación.

“En la medida que no era un edificio patrimonial, no hay ninguna norma que se esté vulnerando. Lo importante es que la ciudad se modernice, y si la iniciativa que se implementará en el sitio ayuda a ordenar el comercio, será un aporte para la ciudad”, declaró. La Razón intentó hacer contacto con los promotores de la iniciativa, pero los responsables informaron que el proyecto aún está en proceso de aprobación.

Revilla sostuvo que esperarán que los impulsores de la iniciativa presenten su proyecto en el marco de la normativa edil vigente. Para el historiador Fernando Cajías, la infraestructura de Laboratorios Vita fue una muestra de una de las épocas más sobresalientes que tuvo La Paz en su desarrollo industrial.

“El edificio mostró la industria del siglo pasado, pero vemos que ahora está cambiando por el comercio”, remarcó. Cajías recordó que esos cambios también se notaron en los barrios de Pura Pura y Achachicala, donde se ubicaban grandes fábricas. “Da pena ver edificios como de la Soligno que estén abandonados o se estén derribando”.

La imagen industrial cambió

La Paz

Las ciudades tienen su dinámica y constantemente han ido cambiando. En opinión del historiador Fernando Cajías, La Paz primero tuvo casas de tipo aymara, luego pasó a la arquitectura colonial, que fue reemplazada por la modernista y culminó en la estructura vertical funcionalista. “Lo bueno es que tomamos conciencia para mantener ciertas estructuras que ahora son patrimonio”, apuntó.

Opinan sobre los trabajos en la Vita

Andrés Balboa: Comerciante de productos electrónicos

Yo vendo en este sector 28 años. Este sitio es conocido como Vita justamente por el edificio, pero como ahora está desapareciendo, ¿cómo quedará el nombre? Nos dijeron que son un grupo de inversionistas chinos que quieren construir un centro comercial.

Leonor Condori:Vendedora de jugos

Debe ser como un mes que están trabajando en la demolición. Da pena cómo lo están deshaciendo. Yo vendo desde hace 45 años, cuando era chica el edificio ya estaba construido. Todos admiraban su altura, porque no había otros parecidos.

Guadalupe Vargas: Comerciante de productos

Estoy 50 años vendiendo (en las aceras del edificio). Don Carlos (Kieffer), quien era el dueño, siempre fue amable con nosotros. Con lo que lo están destruyendo, da ganas de llorar. No sabemos todavía qué relación vamos a tener con los nuevos dueños.


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