La posibilidad de acceder a un crédito de vivienda con tasa de interés social choca con los actuales precios de los inmuebles, que son considerados caros para un segmento de la población con un poder adquisitivo entre bajo y medio.
Ante esta situación, Mario Guillén, viceministro de Pensiones, indicó que el Ejecutivo está abierto a cualquier análisis o debate que permita el acceso a estos préstamos a una mayor cantidad de personas que por primera vez van a comprar una vivienda.
Guillén sostuvo que se enteró del pedido de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), de bajar los precios de las viviendas por medio de la prensa y no de forma oficial, pero dejó abierta la posibilidad de analizar el tema.
A su vez, el expresidente de la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco), Jaime Ponce, indicó que para el tema de reducir los costos se debe trabajar con tecnología nueva, aquella que permita construir en menos tiempo.
Ovando indicó que es necesario ofrecer viviendas entre $us 40.000 y $us 50.000.
Sobre el tema, los analista Carlos Hugo Barbery, Rolando Paz y Luis Alberto Fuente, indicaron que no se deben crear falsas expectativas al indicar que hay viviendas en $us 24.000, más cuando el valor de la tierra está en ascenso.
Barbery remarcó que si la vivienda es la garantía del préstamos esta debe estar construida en un lugar autorizado y con materiales de buena calidad.
Para Paz y Fuentes la clave es que las constructoras giren su interés al segmento de la población con una mediana capacidad de pago.
Impacto de los créditos
Guillén señaló que en un año, desde que están vigentes las tasas de interés social, se concretaron $us 343 millones de préstamos nuevos y $us 140 millones se han reprogramado en busca de mejores condiciones crediticias, a partir de la vigencia de los créditos para viviendas sociales que tienen un menor costo.
De acuerdo con el viceministro, 9.100 familias se beneficiaron con los créditos destinados a la compra de su primera vivienda
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