Son dos modelos de viviendas, grandes y pequeñas, que se construyen en la urbanización El Mirador, lado suroeste de la población, que crece acompañada de servicios básicos como agua y energía eléctrica.
Cada vivienda se construye en un terreno de 360 metros cuadrados y cuenta de tres dormitorios, una cocina, sala comedor y baños higiénicos.
Aunque la fuente consultada no mencionó el precio de cada inmueble, este proyecto social llena una sentida necesidad y contribuye a paliar el déficit habitacional en la capital velasquina.
A todo ritmo
Actualmente están a punto de terminarse 11 de las 20 casas, donde están trabajando 20 obreros a ritmo acelerado para que las viviendas, que tienen un buen diseño y están hechas de material de calidad, estén terminadas a finales del próximo mes.
La Iglesia católica construyó hace varios años viviendas sociales en los barrios San Martín y San Francisco de Asís, beneficiando a cientos de familias de escasos recursos. A su vez construyó otras 40 viviendas en el barrio El Bisito del Divino Niño.
El municipio de San Ignacio es uno de los más poblados de la Chiquitania y tiene un alto índice de déficit habitacional, con pocas políticas para erradicarlo
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