La construcción y el mercado inmobiliario son un termómetro de la economía y, cuando transcurrieron tres meses de la declaratoria de cuarentena por la pandemia del coronavirus, en el sector afirman que los precios de los alquileres de inmuebles han caído, mientras que los valores de venta de casas y departamentos se mantienen invariables.
El arquitecto Roberto Jordán, gerente de comercialización de Bolivian Real State, una de las principales inmobiliarias en el sector, señala que los alquileres han disminuido. Por ejemplo, si alguien pedía 800 dólares por un inmueble, ahora la oferta está entre 500 y 600 dólares. “Hay mucha gente que vive del alquiler de sus viviendas y ha visto que debe bajar precios si quiere acomodar el inmueble”, precisó.
Por otra parte, hay muchas personas que por cuestiones de rebaja de sueldo o debido a que quedaron desempleadas han abandonado inmuebles en alquiler al no poder llegar a un acuerdo con los propietarios para un ajuste, por lo que buscan otro lugar para vivir pero con un precio inferior.
“De estar en condiciones de pagar 800 dólares por un departamento, ahora la gente sin casa busca algo de 500 dólares o menos a fin de poder cubrir la vivienda de acuerdo a sus nuevas posibilidades tras la cuarentena”, subrayó Jordán.
La actividad inmobiliaria en abril y mayo estuvo paralizada por las restricciones sanitarias y la población permanecía en sus casas, pero con la flexibilización del confinamiento el sector ha vuelto a tomar un impulso sobre todo por la demanda de inmuebles en alquiler.
En el caso de la compra-venta de casas y departamentos, Jordán señaló que hay también un mayor movimiento porque los anteriores meses no se podía visitar los inmuebles por las restricciones, pero ahora ha vuelto el interés. “Hay movimiento, no está paralizado, pero tampoco es que la gente ha salido a comprar como loca. Muchos seguro están viendo qué hacer con su dinero, si lo va a invertir o no”, añadió.
Sin embargo, el gerente de Comercialización de Bolivian Real State aclaró que no se observa una rebaja en los precios de los inmuebles. “No es que de pronto una casa que costaba 100 mil dólares ahora se la este ofreciendo en 60.000 dólares, eso no está ocurriendo”, remarcó.
Jordán cree que aún hay que observar lo que ocurre en los próximos meses para evaluar si los precios se mantienen o no, todo dependerá de la evolución de la pandemia del coronavirus, de la situación económica, si hay o no elecciones.
Por su lado, el gerente comercial de UltraCasas.com, Julio Cronembold, explicó que la demanda y búsqueda de inmuebles estuvo paralizada y cayó en abril y mayo, pero con la flexibilización de cuarentena hay un despegue. “La demanda de gente que deja datos en el portal de UltraCasas y busca comprar o alquilar entre abril y mayo cayó en 70% comparado con primeros meses de 2019, en junio se recupera en 14% porque la gente ha vuelto a buscar”, anotó.
En el caso de la demanda de casa o departamento en alquiler entre abril y mayo bajó en 67%, mientras que la venta cayó en 78%. Eso es normal porque ante la incertidumbre, lo que hace la gente es alquilar, agregó.
Sin embargo, la búsqueda de inmuebles en alquiler en junio se recupera en 15%, pero la venta apenas sube 2%, que no significa nada o una posible reactivación.
El portal de UltraCasas.com recibe en promedio 300 mil visitas de forma mensual.
Respecto a los precios el ejecutivo de UltraCasas.com sostuvo que no hubo variación. “Había algo de especulación con precios altos de los inmuebles antes de la pandemia, pero ahora se sinceraron y no se puede hablar de una caída de precios, solo hay un ajuste para vender”, aclaró.
De acuerdo con Cronembold se debe observar si en los siguientes meses hay una variación de los precios hacia abajo y si persiste la demanda. “Junio ha sido un mes bueno, pero no me animo a predecir que julio termine igual, hay una cierta reactivación que tenga que ver con un rebote de lo que ocurría antes de la pandemia. Si se confirma el movimiento en julio y agosto, quizás se pueda decir que el sector se va a recuperar”, puntualizó.
470 mil empleos en riesgo en construcción
La actividad económica de la construcción es intensiva en mano de obra, por lo que es fundamental para mantener los niveles de empleo que genera el sector y que por la crisis y la pandemia está en riesgo, indicó el gerente de la Cámara Departamental de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), Javier Arze.
“De forma directa la construcción emplea a unas 470 mil personas que actualmente tienen su fuente de trabajo en riesgo por la crisis que atravesamos”, advirtió.
La construcción representa aproximadamente el 4% del PIB de Bolivia y emplea a más del 9% de los trabajadores en el país.
Según Arze se debe esperar un tiempo para determinar con mayor precisión el impacto en la ocupación del sector que tendrá la crisis, pero afirmó que será importante.
Se reactivan algunas obras en construcción de forma lenta
A partir de la segunda quincena del mes de mayo, en el marco de las flexibilizaciones de la cuarentena condicionada y dinámica, se ha producido una lenta pero sostenida vuelta al trabajo en la construcción, señaló el gerente genera de la Cámara Departamental de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), Javier Arze.
“Si bien es una reactivación y mejora frente a la paralización total en la que nos encontrábamos, hay que señalar que sólo se están reiniciando obras que ya estaban en marcha antes de la paralización por la emergencia sanitaria, y principalmente los que corresponden al sector privado e inmobiliario”, aclaró.
Según Arze, todavía falta un tiempo hasta que el sector retome el ritmo de actividad que existía antes de la pandemia.
El sector está a la espera del lanzamiento de nuevas obras en el marco del anunciado “Plan Nacional de Reactivación del Empleo”.
Las primeras obras que se han reactivado después de la paralización corresponden a la inversión privada, especialmente inmobiliaria, que está empezando a recuperar el ritmo que se tenía antes de marzo.
En cuanto a las obras financiadas por las instituciones públicas a través de la inversión pública, la situación es más compleja porque se parte de una situación de importantes deudas acumuladas por planillas de avance de obra impagas y los problemas de flujo de ingresos por parte de las diferentes administraciones (nacional, departamental y municipal) debido a las consecuencias de la pandemia. Este es un problema a resolver, dijo.
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