Hace 18 años el ingeniero civil Mario Foianini Lozada logró el primer gran paso para hacer realidad su sueño, la construcción de una nueva ciudad. Tendió un puente sobre el río Piraí y a la par construyó la urbanización Colinas del Urubó. Tras su muerte, el 17 de febrero de 2001, dos de sus herederos, Mario y Óscar, se hicieron cargo de dar continuidad al proyecto. Hoy la zona del Urubó, en el municipio de Porongo, es un polo de atracción de otros inversionistas. Mario Foianini, hijo, conversó con EL DEBER sobre el presente y el futuro del Urubó.
¿Cómo surgió la idea de su padre de crear una ciudad en el Urubó?
Como toda idea de un visionario, parecía descabellada. Después del turbión de 1983, compramos esta propiedad que pertenecía a la cooperativa La Merced. Con el tiempo se llegó a tener 393 hectáreas. Por la riada, el único uso posible era la ganadería, por lo que mi padre, ingeniero civil, montó una propiedad de cría y otra de engorde.
Pero en 1985, ya tenía la visión de hacer una ciudad modelo.
¿Fue difícil?
Bastante difícil, sobre todo había mucha oposición de parte del municipio de Santa Cruz que no entendía que el límite natural era el río y que el otro lado pertenecía a Porongo. Aún así se cumplieron los pasos hasta lograr en 1995 la autorización de ambos municipios para construir la urbanización Colinas del Urubó y en 1997, la construcción y licitación pública del puente.
Colinas del Urubó no solo es una urbanización, sino que, a iniciativa privada, se fundó un pueblo llamado así, que fue reconocido por una resolución del Senado y sobre el cual se desarrolló la urbanización.
Más allá de una ciudad, él quería crear un nuevo estilo de vida. Una de sus frases más célebres era: “Vamos a estar lejos del ruido y cerca de todo”.
A casi 20 años de su creación ¿cómo ve el desarrollo urbano del Urubó?
Porongo siempre ha sido un municipio rico en producción, pero aislado. El puente que construimos es un nexo que ha roto ese aislamiento histórico. Hay un Porongo antes y otro después del puente. O sea, un municipio que antes esperaba con ansias un poco de desarrollo y ahora otro que tiene que enfrentar las consecuencias del progreso y estructurarse para poder seguir creciendo.
¿A qué se apunta ahora?
Si bien nadie frena el progreso de Santa Cruz de la Sierra, por este otro lado también tenemos esa pujanza, porque el desarrollar Colinas del Urubó como un proyecto planificado, hace que pueda crearse una ciudad que llegue a ser autónoma en algún momento, ya que se tendrá un centro comercial (Plaza Urubó), espacios para actividad empresarial en el Urubó Business Center y el Centro Empresarial Mario Foianini Lozada, espacios para equipamiento terciario como estaciones de servicio, escuelas, universidad y otros para que la gente que quiera vivir acá pueda trabajar acá, no queremos ser una ciudad dormitorio. Hay un proyecto en fase de aprobación de un hospital privado de tercer nivel que se construirá en un terreno de unos 10.000 metros.
¿Se logra mantener un de- sarrollo ordenado?
Hay que diferenciar Colinas del Urubó, del Urubó y de Ciudad del Urubó. Colinas fue concebida como una ciudad jardín planificada, ordenada, aunque la dinámica propia del crecimiento nos hace repensar y rediseñar dando más espacio al equipamiento terciario.
Las otras urbanizaciones son más dormitorios, la gente tiene su casa, pero va a trabajar a Santa Cruz. Si hablamos de la urbanización de Techo en el Urubó, representa un desafío muy grande para las autoridades municipales. Ahí se proyecta que vivan unas 16.000 familias, que son cerca de 80.000 habitantes, pero si no tienen una actividad económica o una fuente de trabajo que las sustente van a estar migrando todos los días a Santa Cruz. ¿Se imagina la distancia y que 80.000 personas entren y salgan todos los días por el puente?. Creo que luego de un tiempo la mitad ya no querrá ir a Santa Cruz y va a buscar qué hacer acá. Si no consiguen una fuente de trabajo, se creará un problema social, porque al final se formará un cinturón de pobreza que no había.
¿Quién se ocupa del puente?
Nosotros nos hicimos cargo de mantenerlo, pese a que en 1999 se hizo la entrega oficial al municipio de Porongo y al de Santa Cruz de la Sierra para que se generen los fondos necesarios a través del cobro de peaje para su mantenimiento. Porongo hizo sus deberes y a Santa Cruz nunca le interesó el puente, más es un capricho personal de Percy Fernández (alcalde).
El 3 febrero un camión se llevó gran parte de la caseta y desde entonces levantamos las manos y acudimos a las autoridades. Por dos meses la caseta estuvo a punto de caerse y nadie asumía, recién la Alcaldía de Santa Cruz mandó gente para desmantelar la estructura dañada, pero también la debe mantener.
¿Las otras urbanizaciones ponen algo para este fin?
Todas las otras urbanizaciones se han subido a esta crecida de ventas. Están lucrando con la plusvalía de los terrenos sin invertir ni un peso, es un acto de irresponsabilidad.
¿Solo los pudientes pueden vivir en el Urubó?
No, esta zona está abierta a todo el que quiera venir a vivir, no podemos limitar las inversiones ni el deseo de alguien de vivir aquí. Cómo y qué se aprueba depende de las autoridades municipales que norman.
¿Cuánta gente vive en toda la zona del Urubó?
Solo en Colinas del Urubó tenemos unas 400 familias. No hay datos oficiales, pero contando el resto de las urbanizaciones llegan a unas 1.500 familias tomando en cuenta solo las que están viviendo, porque la capacidad total actual es para unas 5.000 familias. Eso sin contar la urbanización de Techo que es para unas 16.000 familias.
¿Cómo ve el futuro aquí?
La zona es bella, pero hay una flaqueza en planificación e infraestructura básica como para que se pueda dar una vida en armonía los próximos años.
¿Existe la fortaleza necesaria en su gestión?
No. Hay un factor muy importante que puede llevar a la aprobación o rechazo de un proyecto de urbanización que es el tema del medioambiente en el marco de la ley 1333. Por ejemplo, Colinas del Urubó es la única urbanización con red de alcantarillado sanitario, plantas de tratamiento, estaciones de bombeo, sistema eléctrico subterráneo, gas domiciliario. Nació con esta concepción de ciudad modelo.
¿Hay urbanizaciones que no contemplan servicios esenciales?
Hay urbanizaciones que no tienen ni siquiera una red de alcantarillado sanitario. Si usted analiza el sistema de tratamiento de aguas negras, todas están infringiendo la Ley de Medio Ambiente, va a ser grave eso. La urbanización de Techo también. Apenas ponen agua, luz y pavimento, de la basura que se encargue el viento y de las aguas negras, si no las tratan adecuadamente, van a contaminar todas las napas de agua, porque es una zona arenosa muy grande. Políticamente el señor (Edmundo) Novillo está muy bien apalancado a nivel nacional y municipal, por ahora solo hay cuatro casas construidas y deshabitadas, pero cuando todo eso se poble, no sé qué va a pasar. Eso lo tiene que normar el municipio.
¿Cuánta inversión hay en esta zona?
En Colinas del Urubó tenemos una inversión de aproximadamente $us 50 millones entre puente, infraestructura, terrenos y obras. Hay inversiones fuertes que llaman a otras inversiones, por ejemplo, Plaza Comercial Urubó debe estar rondando los $us 6 millones, en el Urubó Business Center solo la torre uno costará unos $us 20 millones y la torre dos unos $us 15 millones, el Hotel Radisson costará otros $us 20 millones, el hospital de tercer nivel, unos $us 8 millones. El nivel de inversiones que se está dando es muy fuerte en el área planificada. Lo que sí se necesita es un golpe de timón en la administración pública para poder garantizar la infraestructura necesaria para que esto siga creciendo, si no a la larga el puente va a colapsar.
¿Es necesario construir más puentes?
Se deben construir un tercero, cuarto y hasta quinto puentes con inversión pública o privada
PERFIL
Mario Foianini Landívar - Ingeniero Civil
Cargo: Presidente Ejecutivo De
Colinas Del Urubó
Edad: 42 Años
Nació En: Santa Cruz
Empresario
Mario Foianini es el tercero de cuatro hermanos y una hermana por parte de padre. Estudió Ingeniería Civil en Argentina.
En familia
Su hermano Óscar Foianini (47) es gerente comercial de Colinas. Estudió Administración de Empresas. Él aún recuerda con claridad el 11 de agosto de 1997, día en que logró vender los primeros cuatro lotes de la urbanización a unos brasileños.
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