lunes, 28 de agosto de 2017

La labor social de Techo tiene cara ‘millennial’



Este año, 55 de las familias alteñas y cruceñas más excluidas, que viven sin hogar y en condiciones muy precarias, podrán contar con un techo sobre sus cabezas gracias al trabajo desinteresado de los millennials y de una fundación de ayuda social.

“En octubre comenzaremos a construir las viviendas en Santa Cruz y en diciembre en El Alto”, anuncia el gerente general de Techo Bolivia, Andrés Gutiérrez, un joven de 26 años de edad quien es parte de la generación nacida entre 1981 y 1995, la cual se caracteriza por su mayor compromiso con la sociedad y su preocupación por el medio ambiente.

La entrega gratuita de las más de cinco decenas de casas transitorias será posible con el aporte económico y de material de empresas e instituciones públicas y privadas nacionales e internacionales, así como con el apoyo de voluntarios —en su gran mayoría jóvenes— que dedican parte de su tiempo de estudios o de trabajo a recolectar fondos y edificar los módulos habitacionales de emergencia, entre otras actividades.

“Los jóvenes son los más activos, los que más ideas tienen” para el voluntariado, afirma Alejandra Robles, especialista en marketing de 23 años quien además de ejercer su profesión en una firma funge como coordinadora de Comunicación de la fundación en La Paz.

Techo Bolivia es “la única organización compuesta en 100% por millennials y en 80% por voluntarios”, destaca Gutiérrez.

La organización, presente en 19 países de Latinoamérica y el Caribe, ayuda a miles de familias que viven en las comunidades más deprimidas a superar su condición de pobreza a través de la acción conjunta de la comunidad y de grupos de voluntarios.

Esta labor le permitió recibir el reconocimiento de instituciones y compañías públicas y privadas, dentro y fuera del país. Además, está entre los 10 mejores lugares para trabajar en el país, según el ranking de la firma GPTW, una lista en la que también figuran muchas de las privadas que impulsan a través de sus programas de responsabilidad social acciones de voluntariado corporativo, las cuales repercuten positivamente, según Gutiérrez, en el clima organizacional y la construcción de equipo dentro de las empresas.

En los últimos seis años, la fundación organizó la edificación de 709 viviendas transitorias y ejecutó otros proyectos medioambientales y sociales con el apoyo de más de 18.000 voluntarios y el apoyo de la sociedad civil en general y más de 60 empresas, que en su mayoría renuevan su alianza con la fundación año tras año.

“El voluntariado si es mucho más potente en una generación más joven, pero no es excluyente. Lo único que se necesita es tener voluntad (...), saber que puede aportar a la sociedad desde el rol que uno ocupa en la sociedad”, señala Gutiérrez.

Con este respaldo, Techo, que desde 2016 incursionó en el desarrollo de jornadas de arborización, programas de reciclaje y capacitaciones, entre otros, también levantará este año dos sedes Techo, Educación y Trabajo.

Una de ellas estará en la Villa Imperial, en el Distrito 8 de El Alto, adelanta Francisco Duchén, de 25 años, director de Techo en La Paz. Estas TEC serán espacios de organización comunitaria, pero también lugares de diálogo donde los vecinos y profesionales voluntarios identificarán las problemáticas de educación, capacitación técnica y social, que deben ser atendidos con prioridad en la zona.

“Los jóvenes tenemos un rol muy importante en el país. Los menores de 25 años —según datos del INE— somos más del 50% de la población boliviana, lo que quiere decir que en las próximas elecciones vamos a ser los que decidamos quiénes van a ser los nuevos representantes y que también vamos a ser nosotros los tomadores de decisión”, sostiene el Gerente General de Techo.

“Y para ser tomadores de decisiones responsables y generar cambios positivos en la sociedad, tenemos que ser conscientes y conocer y vivir lo que es la pobreza, la desigualdad, la vulneración de derechos básicos y el impacto medioambiental que ocasionamos todos como parte de la sociedad”, reflexiona.

¿Cómo funciona la fundación?

Recursos

El 47% de los recursos con los que trabaja Techo provienen de la cooperación internacional, el 31% de aportes de empresas de Bolivia y la región, el 17% de donaciones individuales y anónimas y colectas, y el 15% de otras fuentes.

Alianzas

Cada año, la fundación sella acuerdos con unas 40 empresas privadas.

Campaña ‘verde’ y social

La construcción en principio de una sede comunitaria y luego de baños públicos e invernaderos es el objetivo de la nueva campaña “30x30” de Techo, que propone reciclar plásticos para construir ladrillos ecológicos.

La iniciativa fue ideada por Extend Verde, nuevo servicio de Extend, una de las aliadas de la fundación privada. Los ecoladrillos se fabrican con botellas pet limpias que están rellenadas a presión con residuos que no estén manchados con elementos orgánicos como envoltorios de golosinas, bolsas de compras y paquetes sintéticos, explica Carolina Vaca Guzmán, especialista ambiental de la agencia de comunicación corporativa.

La primera sede edificada con estos materiales se levantará en la comunidad de Chicani, en el distrito rural de Hampaturi (La Paz). El objetivo de la campaña es invitar a que 30 empresas se comprometan a entregar 30 ladrillos ecológicos hasta finales de este año. De esta forma también se reducirán los índices de contaminación.al

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