El Departamento de Patrimonio Territorial de la Alcaldía dispuso la paralización de las obras que podrían haber afectado la integridad de la fachada, que dataría del año 1921.
La intervención de los técnicos del municipio se produjo el miércoles pasado, justo en el momento en que los obreros de la construcción desmontaban los balaústres superiores de la fachada.
El despliegue de los técnicos del municipio no sólo consiguió frenar la eventual demolición del muro, sino que comprometió al dueño del inmueble y a su arquitecto, a integrarla en la nueva construcción que vaya a edificarse en el lugar.
El director de Patrimonio Territorial, Gustavo Siles, aclaró que el compromiso alcanzado con el propietario y su arquitecto es sólo válido para conservar la fachada y no así el resto de la construcción.
Siles explicó que se llegó a ese acuerdo debido a que sólo la fachada del inmueble tiene un valor patrimonial, pues el resto de la propiedad ya no conservaría los rasgos arquitectónicos que ameritarían su protección.
Se conoce que en el terreno se levantará un edificio, para cuya construcción su propietario ya habría obtenido la autorización correspondiente. Sin embargo, el diseño del edificio deberá respetar e integar a su estructura la fachada patrimonial.
VALOR A decir del arquitecto Carlos Lavayén, experto en patrimonio, la casa, cuya fachada estuvo a punto de ser demolida, data de 1921 y se corresponde estilísticamente al modernismo europeo.
Lavayén dijo que el bien constituye una unidad modélica, pues revela elementos de composición espacial, arquitectónica, plástica y de herrería.
Manifestó que, aunque no se dispone de mayores datos sobre el inmueble, por el estudio de la fachada se infiere que la calidad de sus rejas se debería al trabajo de artesanía que, para su creación, hicieron alguna de las herrerías que se hallaban cerca de la casa.
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