La creciente "urbanización de Bolivia", como fruto de la concentración poblacional en la faja central de las principales ciudades del país y la aparición emergente de algo más de 30 ciudades intermedias, según las autoridades y expertos en el tema, será uno de los resultados más elocuentes del Censo 2012.
Al día siguiente de la gran jornada del Censo, celebrado el pasado 21 de noviembre, Ricardo Laruta, ejecutivo del Instituto Nacional de Estadística (INE) señaló que más localidades con una población superior a los 50 mil habitantes alcanzarían la categoría de "ciudades intermedias".
"Nosotros tenemos una irreversible urbanización del territorio, La Bolivia rural es cada vez menor a la urbana. Esto motivado por razones cada vez más económicos y de empleo, efectivamente", destaca Gustavo Pedraza, analista en temas económicos y poblacionales.
Un nuevo rostro social. Ante esta situación ven que es urgente plantearse un verdadero debate para definir de manera provechosa los resultados del Censo hacia un gran Pacto Fiscal que no se quede en el "rentismo", dependiente solo de un Estado central, monoproductor y gasífero, señala Roberto La Serna, de la Fundación Milenio.
El experto asegura, sin embargo, en la medida y la manera cómo los entes sociales, políticos y económicos vienen encarando el tema de la redistribución de recursos está orientada a ver de manera directa solo la renta que tiene el Estado para distribuir sin ver el criterio de los tributos que debe generar el país y decidir las regiones desde una perspectiva de un país diversificado en su producción, sus ingresos y sus potencialidades económicas cuanto diversas.
En cambio, para el experto urbanista Fernando Prado, el Censo más allá de los resultados (previsibles por ahora) que vayan a confirmar a Santa Cruz como la región más poblada del país, es necesario encarar acompañando a esos datos con proyectos urbanísticos serios y de largo alcance. Seguir con el criterio de que el cemento es sinónimo de progreso es un falso concepto de desarrollo y transformación social, señala.
"El problema es el tema socioeconómico de la población. Lamentablemente no está en la agenda de nadie (ni gobierno, gobernación, municipio). Todos pelean ingresos para grandes obras, avenidas, los anillos. Hay que plantear un nuevo modelo, especialmente de Santa Cruz", apunta Prado.
Urbes emergentes. Pero la creciente urbanización del territorio, según los analistas, hasta el momento es desordenado y sin visiones a largo plazo. Dicho de otra manera: las áreas rurales habrán perdido habitantes y en contrapartida, junto a las grandes ciudades, algunos pueblos intermedios logran tener buena concentración de población haciendo emergente ciudades intermedias constituidas en verdaderos núcleos productivos como sucede desde hace muchos años con Warnes, Montero, Camiri o lo que podría ser Puerto Suárez con el Mutún y la ganadería.
"Montero se constituye en la ciudad productiva más importante del país, donde se produce el 60% de la producción agrícola y pecuaria del departamento. Entonces hay que hacer una precisión más que simbólica, porque su fortaleza se traduce en la producción soyera, arrocera, maíz y la caña de azúcar. Así están otras poblaciones como Warnes con la producción agroindustrial, igual sitial tiene San Ignacio de Velasco como región ganadera, el chaco boliviano con Camiri además de gasífera es ganadera", explicó Pedraza.
En ese contexto, en el orden económico estas poblaciones como otras nuevas, argumenta Pedraza, se constituyen de mayor relevancia porque progresivamente van a incrementar su fuerza productiva en ganadería, agricultura y agroindustria tanto regional y del país.
En cambio, la ciudad de Santa Cruz, como metrópoli no es productiva, enfatiza el analista Pedraza, sino que además de tener mayor concentración poblacional del país, se constituye en la urbe inminentemente comercial y de servicios. Es donde se genera la oferta de servicios y el espacio donde se da el comercio en todas sus escalas.
Sin embargo, para el alcalde de Montero, en tono más mesurado dice que si bien esta ciudad y toda la región norte de la provincia Obispo Santistevan tiene la mayor productividad del departamento, pero no se ve reflejada en mayores recursos para la región productiva como tal. Esta autoridad analiza, según las estimaciones preliminares de los personeros del INE con respecto al Censo, que su población habría crecido de 80 mil habitantes el 2001 a 150 mil.
"Eso no es tan significativo comparativamente a lo que tiene la ciudad de Santa Cruz. En esa medida, los ingresos también son significativamente menores. Solo percibimos el 10% de ingresos de los que percibirá el municipio de Santa Cruz", precisó.
Para Baptista será necesario encarar nuevos proyectos a largo plazo. "Nosotros a partir de enero comenzaremos a elaborar un nuevo Plan de Desarrollo Municipal sostenible para los próximos cinco años, pero tomando en cuenta los resultados finales del Censo. Hay veremos cómo podemos retener ingresos de lo que esta región genera al país. La única manera, veo yo es dándole valor agregado a nuestros productos como ser la soya, el maíz, sorgo, arroz entre otros", señaló.
A diferencia del 2001. Según datos de la Fundación Jubileo, ya el Censo 2001 había mostrado esa característica de un país tendiente a ser urbano, pero con grandes asimetrías sociales y económicas asentadas en las áreas periféricas y periurbana, cuyas autoridades en ningún momento se plantearon un desarrollo sostenible a largo plazo.
Según estimaciones de población del año 2001, 64,47 por ciento de los habitantes del país residía en el área urbana y 35,53 por ciento en el área rural.
Los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz concentraban el 69 por ciento de la población nacional; el resto se distribuía entre los demás departamentos, donde Pando concentraba menos de un 1 por ciento del total de habitantes del país.
En el caso de Santa Cruz. Según el investigador de la Fundación Jubileo, Jaime Pérez, se espera que los datos del Censo sirvan para definir una nueva línea de planificación de desarrollo en el país para así desplazar la concepción extractivista y rentista de los gobiernos de turno y la población.
“Pensar más bien que esta información que contiene la boleta censal nos sirva para planificar un nuevo desarrollo productivo en las regiones, y no seguir viviendo de la renta de nuestros recursos naturales”, señaló Pérez.
Según Gustavo Pedraza, en el caso particular de Santa Cruz, la productividad de la región ha puesto a poblaciones como Warnes, Camiri, San Julián, y sobre todo Montero, como los referentes más notorios de una región distinta al resto del país, a fuerza de su pujanza y la productividad de la región.
Un caso particular es el de Warnes, donde la ciudad ha crecido al influjo de la inversión privada y la visión de sus autoridades locales que han generado todo un complejo industrial en gran parte de su territorio. No existen datos precisos, pero de las poblaciones intermedias, es el municipio que tiene mejores ingresos propios como fruto de los tributos.
En tanto que Fernando Prado señala que cualquier desarrollo urbanístico si no está acompañado de una planificación sostenible será muy difícil cambiar la actual situación de desarrollo desordenado de las ciudades y la carencia de servicios en las poblaciones intermedias. "La diferencia es muy grande", dice Prado en referencia a las ciudades intermedias. "En términos demográficos hay una concentración de población en las áreas metropolitanas incluso más del 60%. Para ello hay que promover programas en las áreas intermedias que puedan equilibrar esto, pero nuestro sistema económico no permite sino la concentración", dice.
Desde la perspectiva económica, enfatiza Prado que el criterio es muy difícil que cambie. "Los soyeros, los cañeros que tienen grandes inversiones en Pailón pero no reinvierten en esa población. Ese es el gran problema, hay una lógica de un sistema económico que es parte del capitalismo y sumado a un sistema político que estamos viviendo que es extremadamente concentrador", precisó.
Población y progreso. En cambio para Roberto La Serna, el tema del vaciamiento de las áreas rurales y concentración de las grandes metrópolis es algo habitual de las grandes ciudades latinoamericanas. "En el caso de Bolivia y en especial de Santa Cruz, más bien tenemos una rica experiencia de que hayan ciudades intermedias con la relevancia que tienen sus habitantes como ir a trabajar viviendo en Montero", señaló.
Señaló que todo depende del dinamismo económico, las oportunidades de servicio y las economías a gran escala. "El campo está cambiando también por la creciente tecnificación y reconocer su lugar de intermediación socioecómica de las ciudades intermedias como ocurre con Warnes y Montero".
Cuatro ciudades de Santa Cruz con fortalezas
Montero. Es la ciudad intermedia considerada la segunda más grande de Santa Cruz desde 1986. Este año espera superar los 150 mil habitantes. Su mayor fortaleza es la productividad de la región. Sin embargo, a decir de sus autoridades, el Parque Industrial junto a otros proyectos camineros de la región integrada serán vitales para la consolidación de una urbe metropolitana.
Warnes. Es la población intermedia que más ha crecido, según los entendidos, entre el Censo 2001 y el este que acaba de celebrarse. En ella concentra la presencia de la mayor cantidad de empresas que revoluciona la agroindustria y la industria tradicional de Santa Cruz y Bolivia. Es un municipio caracterizado por la inversión privada y con ella un progreso urbanístico.
Camiri. Es otra ciudad que espera confirmar si hay un volver a la capital "petrolera de Bolivia" con los proyectos gasíferos y una creciente ganadería de la región y la presencia de servicios como la banca, la universidad y otras actividades comerciales en la zona. En los últimos 40 años, vivió una experiencia parecida a la Potosí colonial. El mayor desafío es recobrar su historia.
Puerto Suárez. Pese al fallido arranque del proyecto gigante de la explotación del hierro, hubo una fuerte presencia y crecimiento poblacional en los últimos años. La región, según los entendidos, además de pensar en el polo mineralógico ha crecido en el rubro ganadero. Pero la carretera del Corredor Bioceánico es el anticipo del gran impulso regional.
Punto de vista
Fernando Prado
Experto Urbanista
"No hay programas de desarrollo"
"Lo primero que hay que anotar es que la tendencia desde hace varios años es que la población rural va disminuyendo cada vez más. Eso implica que para producir la misma cantidad de alimentos tiene que aumentarse la productividad y la eficiencia agrícola. El Estado tiene que apoyar más al pequeño productor. A partir de ahí el crecimiento demográfico se va a dar en las áreas urbanas. Ahora dentro ese ámbito se define como área urbana a los pueblos con más de dos mil habitantes. Obviamente vamos a tener altísimas tasas. Yo creo que va a seguir siendo muy alto el crecimiento de las tres áreas metropolitanas, no tanto las ciudades intermedias. Pero además con población de habitantes de las provincias y de estos centros intermedios.
Lamentablemente para estas áreas no hay absolutamente ninguna política y menos programas de desarrollo de ninguna naturaleza. No tienen ni de tierras, ni de servicios, de empleo, ahí es donde se va concentrar la mayor cantidad de pobreza de aquí en adelante.
Para que eso cambie, primero los municipios grandes tienen que trabajar seriamente en programas de desarrollo urbano. Ese concepto ha desaparecido desde la época de Goni Sánchez. No existe siguiera la frase de desarrollo urbano.
Tiene características peculiares en relación al desarrollo rural. Los únicos que están bien y no aparecen en el Censo, son las grandes unidades productivas sobre todo de exportación, porque es una actividad que tiene alta tecnología. El gran cuello de botella está en las áreas rurales vaciándose.
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