El patrimonio arquitectónico es un problema que está siendo atacado por la intensa actividad inmobiliaria en todo el país.
Así lo afirmó la presidenta del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio en Bolivia (Cicop), Josefina Matas, a tiempo de señalar que no existen incentivos para la conservación de estos bienes.
En la mayoría de las ciudades el patrimonio arquitectónico más valioso está situado en zonas céntricas y estratégicas y eso hace que su valor sea aún mayor y los propietarios ven por conveniente la venta de las casas y casonas, ante la imposibilidad de poder conservarlas.
Matas puso como ejemplo la ciudad de Salta donde la Gobernación incluso destina recursos para la conservación de las casas, situación que no sucede en Bolivia.
Aunque no existen datos oficiales de cuantos inmuebles patrimoniales se han perdido en el país en el último año, la arquitecta expresó que la destrucción es evidente en varios departamentos de Bolivia y el riesgo está en que se pierda la identidad de cada una de las ciudades.
“En La Paz la construcción del Mercado Lanza provocó la destrucción de patrimonio arquitectónico. La zona donde se fundó Tarija se convirtió en un edificio y en Potosí también hay varios sectores donde se han destruido bienes de gran valor histórico”, mencionó.
Indicó que es importante hacer una catalogación a nivel nacional no sólo de zonas que deben ser conservadas, sino de cada uno de los inmuebles.
Por otro lado, señaló que en el área rural estos bienes son menos valorados y su destrucción se realiza casi de manera desapercibida ante la falta de políticas de conservación.
En este sector los inmuebles más afectados son las iglesias, donde incluso los feligreses tratan de hacer arreglos cambiando pisos o pintando fachadas, sin ningún asesoramiento, dañando así su valor arquitectónico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario