La urbanización San Salvador, fundada el 9 de junio de 2001, cuenta en la actualidad con 50 habitantes y 150 lotes divididos en cinco manzanos, además tiene siete calles de las cuales sólo una cuenta con trabajos de adoquinado que hasta el momento no fueron concluidos.
El presidente del barrio, Miguel Cabezas Aruquipa, junto a su directorio, luego de haber retomado la presidencia después de tres años, aseguró que se tiene el compromiso de continuar luchando para lograr que su zona, a pesar de contar con un número reducido de habitantes, logre sus aspiraciones como cualquier otra zona.
El dirigente recordó que hace 12 años la urbanización nació producto de que una de las zonas grandes colindantes, como es Kiswaras en el mismo distrito, no contaba con más espacio para albergar a más habitantes, por lo que surgió la necesidad de contar con un lugar donde vivir para migrantes de diferentes sectores provinciales del departamento de La Paz y el interior, como son algunos centros mineros, quienes decidieron organizarse para fundar dicha zona con el nombre de San Salvador.
“El nombre de San Salvador, lo llevamos debido a que prácticamente el dueño de ese entonces de los lotes que de muy buena fe nos aceptaron vender sus terrenos, porque como somos la mayoría migrantes de diferentes sectores de La Paz y del interior prácticamente nos encontrábamos sin un techo y es por eso que llevamos ese nombre, porque nos salvó de quedarnos en la calle”, manifestó el dirigente Cabezas.
A pesar de contar con un 85 por ciento de los servicios básicos, luz, agua, alcantarillado y gas a domicilio, la urbanización, en cuanto a infraestructura y equipamiento, prácticamente está abandonada, motivo por el cual entre tanto ir y venir pidiendo el mejoramiento de sus calles los dirigentes hace dos años atrás lograron que el Municipio puedan aceptar el adoquinado de la calle Hermógenes Aguirre, con un presupuesto económico perteneciente al Plan Operativo Anual (POA) de las gestiones de 2011 y 2012.
De acuerdo con el Municipio, el monto de inversión del adoquinado desde la avenida Julio César Valdez, donde comienza la calle Aguirre, hasta la calle Asunta es de 43.072 bolivianos con un tiempo de ejecución de 40 días teniendo como fecha de inicio septiembre de 2011, hasta la fecha solamente se ha adoquinado una mínima parte del mismo quedando de esta manera durante dos años en el olvido.
“Es una lástima que las autoridades del Municipio sean tan incumplidas, porque luego de la promesa que nos han hecho de terminar cuanto antes, por lo menos esta pequeña calle, nos han dejado en el olvido producto de la burocracia que existe en las instancias municipales. Hasta el momento solamente escuchamos mañana o pasado, siendo que nadie quiere hacerse responsable de la conclusión de esta única obra de nuestra zona”, señaló el dirigente.
La zona tiene solamente siete calles siendo que hasta el momento casi ninguna de ellas cuenta con cordones de acera, todavía todas son de tierra producto del cual en la época de lluvia se convierten en un barrial representando un peligro para los vecinos especialmente para los niños que tienen que asistir a centros educativos de otras zonas vecinas.
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