A pesar que Bolivia cuenta con una Ley nacional que protege los bienes arquitectónicos patrimoniales, su aplicación sigue siendo mínima. En el caso de Cochabamba, en octubre de 2013 se promulgó la Ley de Patrimonio Cultural del Departamento que prevé la preservación, conservación y resguardo del patrimonio tangible e intangible; sin embargo, no existen políticas claras con resultados evidentes de esta normativa en la mayoría de los municipios.
El consultor responsable del Programa Fortalecimiento del Patrimonio Cultural y las Identidades de la Dirección de Culturas, Interculturalidad y Descolonización de la Gobernación, Limbert Cabrera, reconoció que la ausencia de recursos humanos y económicos son los principales obstáculos para implementar políticas de valorización patrimonial.
La Dirección de Cultura espera desde septiembre del pasado año la respuesta del Ministerio de Planificación para la aprobación del Plan Departamental de Culturas que pretende recuperar parte del patrimonio arquitectónico de cuatro municipios: Totora, Cliza, Arani y Tarata con el apoyo de la cooperación italiana que comprometió 6 millones de euros para estos trabajos, pero que a la fecha no fueron concretados debido a que la propuesta presentada no fue revisada.
Entretanto, la pérdida del patrimonio arquitectónico continua sin que las autoridades municipales, departamentales y nacionales tomen acciones, como ocurre en Tarata que en los últimos años perdió el 50 por ciento de sus casonas de la época colonial y republicana por casas de ladrillo, cemento y con modelos “modernos” que desvirtúan la imagen del centro urbano declarado “Monumento Histórico Nacional” en 1983. En Cliza sólo quedan dos casas.
En el caso de Totora la situación es distinta, ya que gracias a un reglamento emitido en el año 2000, la población junto con la Alcaldía velan por el resguardo de su patrimonio arquitectónico que se mantiene en un 80 por ciento intacto dijo el secretario general, Vladimir Torrico. La normativa ha permitido preservar sus edificaciones más representativas en el centro.
Entre las causas más recurrentes que originan la destrucción del patrimonio arquitectónico está la idea de lo moderno “sin una visión de futuro” que implique una convivencia armónica entre el pasado y el futuro, explicó el presidente de la Sociedad de Estudios Históricos, Patrimonio y Restauración (Sehipre) del Colegio de Arquitectos, Roberto Flores.
Otra causa es el costo de la preservación de las casas patrimoniales para los propietarios que no adoptan medidas de protección de la infraestructura y esperan que las casas se desmoronen de manera paulatina.
Frente a esta situación de daño al patrimonio el arquitecto patrimonialista del Programa, Daniel Dolz, pidió “ver las normas de construcción en base a la modernidad, sin priorizar la aprobación de planos de construcción antes que la intervención arquitectónica de carácter patrimonial, porque sino todo se irá deteriorando”. Cabrera resaltó la importancia de generar procesos educativos de empoderamiento de la arquitectura como parte de la identidad.
LEGISLACIÓN PROTEGE PATRIMONIO CULTURAL
La Constitución Política del Estado establece en su Artículo 98 que el Estado debe preservar, proteger y difundir las culturas existentes en el país para la preservación del patrimonio tangible e intangible en cada rincón de Bolivia.
Además, el nivel central, departamental y municipal debe ver con la conservación y promoción del patrimonio cultural, histórico, artístico, monumental, arquitectónico, arqueológico, paleontológico, científico tangible e intangible. En el departamento se aprobó la Ley Patrimonial en 2013 que daba un plazo de 120 días para la elaboración de su reglamento; sin embargo, la Dirección de Cultura de la Gobernación aún no presentó de manera oficial la propuesta, lo que genera un vacío en las políticas de conservación del patrimonio.
DOS MUNICIPIOS AÚN CONSERVAN SU ARQUITECTURA
TOTORA, UNA CIUDAD COLONIAL
Reglamento permite resguardo de patrimonio
Para el Colegio de Arquitectos, el municipio de Totora es el mejor ejemplo de protección del patrimonio arquitectónico gracias a las políticas de conservación y puesta en valor de su arquitectura urbana que responsabiliza a cada ciudadano de su cuidado e importancia no sólo como un legado histórico, sino como una forma de generar ingresos mediante el turismo para la misma población.
El secretario general de Totora, Vladimir Torrico, indicó que existe un reglamento que se aplica desde el año 2000 en el que se establece las bases para la protección de su patrimonio.
En este municipio, se generó la alerta para el resguardo de su centro urbano arquitectónico luego del terremoto que destrozó al menos el 20 por ciento del total de las casas con infraestructura colonial y republicana. Sin embargo, esto no ocurrió con Aiquile que tiene un daño irreversible en su patrimonio.
ARANI AÚN PRESERVA SU IDENTIDAD
Legado histórico presente en el tiempo
Según el presidente del Sehipre, Roberto Flores, Arani resguarda un importante legado histórico reflejado en la arquitectura del templo de San Bartolomé y las casonas, que en su mayoría mantienen su originalidad, aunque existen otras que producto del modernismo están cambiando y alterando la imagen colonial de sus construcciones.
Flores aseguró que esto se debe a que el desarrollo económico en esta jurisdicción aún no es fuerte, lo que “reduce la destrucción del patrimonio de manera más rápida”.
Sin embargo, alertó que corre el riesgo de perder su patrimonio arquitectónico al ser un municipio por el que pasan rutas troncales que la unen con otros municipios de Cochabamba.
Una de las principales reliquias que espera su restauración es el Convento de Santa Catalina de Collpa Ciaco, que albergó a la orden de los agustinos y hospedó al Libertador Simón Bolívar.
CASAS COLONIALES EN EL ABANDONO
Olvido y deterioro en Cercado
Pocas son las estructuras coloniales que quedan en el municipio de Cercado resultado de la demolición y proceso de destrucción arquitectónica que a pesar de contar con normativas vigentes que la protegen, la desaparición de estas casas continúa.
“Desde hace más de un año, la Alcaldía elaboró un Catálogo Patrimonial, pero hasta ahora éste es desconocido por el Colegio de Arquitectos y otras instituciones que trabajan con la temática”, aseveró el presidente del Sehipre, Roberto Flores.
Sin embargo, existen algunos espacios alrededor de la ciudad, como el templo de Santa Teresa, que vela por la preservación, resguardo y conservación de su infraestructura, lo que genera un movimiento turístico importante no sólo en el ámbito económico, sino en la socialización de parte de la historia e identidad de lo que un día fue el municipio de Cercado.
CASONAS DE TARATA A PUNTO DE DESAPARECER
El 50 por ciento del patrimonio ya está perdido
Tarata, conocida por su arquitectura de tipo colonial y principalmente republicana, en los últimos años perdió al menos la mitad de su legado histórico y cultural reflejado en su infraestructura.
Al caminar por sus calles el panorama de casonas con balcones, techos de teja y puertas de madera con cerrojos antiguos que antes existía, fue reemplazado por cemento y ladrillo, rompiendo la armonía arquitectónica alrededor del centro urbano.
El presidente del Colegio de Abogados, Jhon Mendoza, manifestó que existe un manejo irresponsable del tema patrimonial en este municipio. “Tarata es una ciudad colonial muy importante y debemos comenzar a tomar conciencia de ello”, indicó. De no aplicarse medidas de protección al centro patrimonial, este municipio está en peligro de perder su identidad e historia.
CLIZA DESCUIDA CONTROL
Destruyen un vestigio de la arquitectura
El municipio de Cliza, a diferencia de Arani y Totora, no preservó su patrimonio arquitectónico, por lo que en su centro urbano se encuentra viviendas propias del estilo del siglo XX. Esto generó que parte de su identidad se pierda o sólo quede en la memoria de los pobladores más antiguos como un recuerdo.
Antes de la fiesta del Carnaval de este año, una de las casonas más representativas del centro histórico de Cliza, de principios de la república, ubicada a lado de la Alcaldía, fue destruida parcialmente para levantar en su lugar una moderna edificación sin que el municipio tome las acciones para proteger su patrimonio arquitectónico. En el municipio de Cliza habitaron pueblos rebeldes como los sapanas, charcas, aimaras, quechuas y t’ockos. Se caracteriza por la producción de maíz, la crianza de pecuaria menor y la cría de pichones, que identifican su gastronomía.
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