Alicia Yabeta Encinas, presidente de la Cámara de Inmobiliarias de Santa Cruz (Cicruz), es formada en Contaduría Pública, pero desde un comienzo se inclinó por hacer empresa propia. En el 2004 empezó con su inmobiliaria fuera de Bolivia, con clientes de EEUU y Europa. En el 2008 decidió volver y trabajar en su terruño. En esta entrevista habla de los desafíos de la naciente institución.
¿Cómo nace Cicruz?
A.Y.: Inicialmente nos juntamos siete inmobiliarias, que ya veníamos trabajando y colaborándonos entre unos y otros, y decidimos afiliarnos a una cámara que existiera oficialmente en Santa Cruz, y tuvimos una búsqueda de dos meses y no encontramos y no vimos lo que estábamos buscando en ese momento. Entonces entre nosotros consensuamos y dijimos vamos a crear nuestra propia cámara, para tratar de trabajar de una forma más activa. Eso fue en principio del 2010. Como resultado tenemos nuestra personería jurídica desde noviembre del año pasado.
¿Cómo es el mercado inmobiliario?
A.Y.: Es un mercado muy desordenado en muchos sentidos, todos aquellos entes como la Alcaldía, Plan Regulador, la Prefectura, que deberían estar trabajando para ordenar a vendedores y compradores, están un poco flojos. Esto está ocasionando crecidas muy pronunciadas de los precios. En Cicruz estamos tratando de educar a las inmobiliarias para que puedan ayudar a que los precios en el mercado se estabilicen un poco.
¿Cómo lo harán?
A.Y.: Cuando nosotros como inmobiliarias recibimos a un cliente se le está tratando en lo posible de exigir un avalúo de su inmueble, y sobre esa base trabajar en los precios de ventas. Eso es lo que nosotros debemos hacer como inmobiliaria, puesto que es la única herramienta que tenemos.
¿Hay o no hay la burbuja de precios?
A.Y.: Yo creo que primero debemos analizar esta situación para que todos nos ubiquemos un poco. Una burbuja inmobiliaria se da cuando hay cuatro factores que se juntan al mismo tiempo El primero es cuando hay una sobredemanda de inmuebles; por lo tanto, no hay inmuebles que ofertar. El segundo punto es cuando los bancos son demasiados cariñosos con los clientes y le dan un crédito a ojo cerrado, como sucedió en los EEUU. El tercer punto es cuando los constructores ven estos dos primeros puntos, entonces aprovechan y empiezan a construir subiendo los precios. El último punto es cuando los propietarios y las inmobiliarias ven estos otros tres puntos y se suman a todo el conjunto. No es el caso de Santa Cruz o de Bolivia, porque para sacar un crédito inmobiliario para empezar te toma entre 4 a 5 meses, además se exigen ciertos requisitos e ingresos considerables que llegan hasta un 25 a 40%.
¿Cómo está la demanda del sector?
A.Y.: En este momento estamos en la época que es más baja, los picos más elevados son a finales de julio a octubre. A principios de año se da más el tema de alquileres porque la gente cambia de ubicación y por lo tanto sus hijos cambian de colegio. El único año donde hemos tenido una demanda excesiva ha sido el 2010, que fue un poco extraño. La demanda crece a mediados de año.
¿Son caras las casas en Santa Cruz?
A.Y.: Yo creo que en este momento Santa Cruz está manejando los precios más altos, incluso en comparación con los otros departamentos y con los países vecinos.
¿Cuál es el reto que tiene Cicruz?
A.Y.: Lo más difícil es tratar de educar al público acerca del trabajo que hacen las inmobiliarias, existe un error en el conocimiento local de que las empresas están encargadas de poner los precios, y no ven que solo son intermediarios. Para nosotros es un reto cambiar eso, los precios los ponen los propietarios, a quienes también estamos educando para que hagan el avalúo sobre sus inmuebles.
¿Cuáles son las estrategias de la cámara?
A.Y.: A corto plazo, pensando en el tema de agrupar a más inmobiliarias y tratar de profesionalizar a nuestras inmobiliarias, estamos trabajando en un convenio con una universidad local privada, que va a dictar una carrera universitaria en bienes raíces, lo cual no existe en Bolivia. Esperamos que hasta finales de este mes tengamos ya todo armado para poder lanzarla en junio. Esto es pensando en poder profesionalizar a nuestras inmobiliarias y poder trabajar un poco mejor. En el tema del sector para educar a la población tenemos que trabajar en un plazo largo de unos 10 años, para que cambie en su forma de pensar hacia el trabajo de las inmobiliarias y para que colabore en que el mercado se mantenga.
¿Qué aciertos y desaciertos ha tenido el gobierno nacional, que afecta a su sector?
A.Y.: A nivel personal, creo que el Gobierno falla en el sentido que prende la mecha para estimular a la gente a lotear terrenos. Lo que el Gobierno debería hacer es crear algún ente nacional que se dedique a verificar cada inmueble si tiene o no dueño. Cuando haga ese levantamiento y tenga una base de datos entonces se podrá decidir si pasa al estado, o se le da "x" tiempo al propietario para que regularice sus documentos. Por la falta de este procedimiento, tenemos los problemas de hoy en día, de gente que se está entrando hasta a las plazuelas, si la gente pudiera entrarse a la plaza 24 de Septiembre, le aseguro que se entra.
¿Qué tan grave puede ser este asunto?
A.Y.: Es un asunto bien complicado porque; por ejemplo, en Brasil, tienen un gran problema con la gente sin tierra. Hay casos donde estos grupos entran a una zona con gente viviendo en las propiedades, la sacan, las violan, queman y matan, se comen todo lo del lugar. Se ha creado como un grupo de langosta. Lo mismo puede pasar en Bolivia, y es un tema que después ya no hay cómo pararlo. Por otra parte, el Gobierno tiene buenas intenciones de dar la vivienda social, pero como dije antes, primero tiene que haber un levantamiento de datos para saber quién está usando sus propiedades.
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