No son muchas, pero sobresalen entre las edificaciones alteñas. No son la regla, pero están marcando tendencia. Se trata de construcciones de arquitectura "andina” y colorida, que deja entrever una nueva identidad urbana, forjada por los vecinos, especialmente comerciantes, de la populosa ciudad de El Alto.
Se trata de un fenómeno que entraña un tipo sui géneris de construcción, que incluye en muchos de los casos fachadas de tonos brillantes, ventanas de colores, tiendas en la planta baja, galerías comerciales, salones de eventos, departamentos, y en el último piso una vivienda para el dueño del edificio (hay algunos casos que incluyen también una cancha de fútbol de salón, entre la tercera o cuarta planta).
"Este tipo de arquitectura representa al alteño actual, porque éste se identifica por su vanguardia, por su lucha en lo económico, social, cultural, político y ahora en la arquitectura”, explica el arquitecto Freddy Mamani, quien cultiva esa tendencia en la construcción.
Mientras que María Cristina Soto, presidenta de la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de la ciudad de El Alto, sostiene que estas edificaciones llenan el vacío de árboles, flores y vegetación en esta urbe. "Con los colores de las casas alegramos nuestro panorama y eso también es una forma de darle identidad a El Alto”, asegura.
Mamani y la arquitecta italiana Elisabetta Andreoli son autores del libro La arquitectura de Freddy Mamani Silvestre – Arquitectura Andina de Bolivia, que se publicó en febrero pasado.
El origen
Pero, ¿cuándo surge este fenómeno en El Alto? Mamani recuerda que esta tendencia es reciente. En su caso, como profesional empezó a construir este tipo de edificios a partir del año 2005.
"Entonces, estamos unos siete u ocho años con este estilo. Ya hicimos unas 60 obras. Es una tendencia muy acogida por la sociedad, por el color y el estilo de las construcciones”, sostiene.
Andreoli detecta en este tipo de construcciones un proceso de estilización típico de la cultura tiwanacota, cuyas particularidades pueden rastrearse en los tejidos, en la arquitectura y en la cerámica de esa cultura.
"Los trazos tiwanacotas son muy fuertes en el uso. Se tiene, por ejemplo, elementos como la cruz andina, el círculo, las diagonales”, explica.
La principal razón de la emergencia de esta tendencia se halla en la búsqueda de los constructores, y por supuesto de los dueños, de cambiar la forma regular que primaba en las edificaciones de la ciudad alteña.
"Los constructores vimos que en El Alto eran muy monótonas las construcciones, eran de adobe, de ladrillo y eran pintadas con un solo color. En mi caso, introduje esta arquitectura con la idea de hacer colorida mis fachadas”, explica Mamani.
Una particularidad de este tipo de construcciones es que son requeridas principalmente por personas que están dedicadas al comercio, quienes, además, compiten entre ellos por ostentar la edificación más atractiva y así demostrar "quién construye más bonita su casa”.
"La mayoría son comerciantes. Creo que es la gente que quiere salir de este panorama un poco uniforme de las casas de ladrillo, de estas formas más monótonas y que se identifican con este tipo de lenguaje”, asegura la investigadora italiana.
Aparte de aquello, Soto también identifica que la tendencia está asociada a un "gusto especial” que tiene el alteño, quien goza de una "visión progresista”.
"Por eso las edificaciones tienen una forma de construcción y servicio, por eso las casas se caracterizan por tener en la primera planta tiendas, luego salones de fiesta, departamentos y por último un cholet”, comenta.
Única en el orbe
Pero se trata también de una forma de construcción única, no sólo a escala local, dado que es una innovación que no tiene parangón en ninguna parte del orbe. Pero eso sí, esta tendencia se enmarca en los impulsos que hay en cada país de dejar de lado la construcción basada en la arquitectura moderna y clásica, y basarse, más bien, en las propias condiciones culturales de un país o región.
"No he visto este estilo en ninguna otra parte. Creo que muchos países, tanto en Latinoamérica como en otros del sur del mundo, han intentado desmarcarse de la arquitectura moderna y clásica que viene de los países del norte, y ha habido varias tentativas y cada uno responde un poco a sus condiciones locales, tanto culturales como de desarrollo y de características geográficas”, asegura Andreoli.
Algunos le dicen arquitectura chola, otros vanguardista, hay quienes se refieren a ella como "arquitectura cohetillo”.
Pero quizá una denominación preliminar hasta ponerse de acuerdo en absoluto puede ser arquitectura de los Andes o andina, como refiere esta investigadora.
"Nosotros lo llamamos arquitectura andina de Bolivia y tiene que ver mucho con los Andes, con la cultura de los Andes, y con las culturas que existieron en estos territorios”, sostiene.
Por su parte y para rematar, Mamani apela al tono triunfalista y de proyección de este estilo arquitectónico: "Desde las faldas del Huayna Potosí, El Alto se impone con su arquitectura andina para el mundo”.
Presentan libro sobre edificaciones
El libro La arquitectura de Freddy Mamani Silvestre – Arquitectura Andina de Bolivia retrata el fenómeno arquitectónico que está viviendo la ciudad de El Alto. El texto fue publicado en febrero de este año.
La obra documenta este tipo de arquitectura y de forma concreta trata de la obra de Mamani, quien ya edificó más de 60 construcciones con esta tendencia.
Los autores son la arquitecta italiana Elisabetta Andreoli y su colega nacional Freddy Mamani.
"Éste es el primer libro en documentar tales edificios, en particular aquellos del ingeniero Mamani Silvestre, quien aun sin preparación formal en arquitectura le provee a El Alto de una nueva y positiva identidad”, dice la contratapa.
La publicación está auspiciada por el gobierno municipal de El Alto, la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, la Cámara de Industria, Comercio de El Alto y Monopol.
Está previsto que la presentación sea entre el 19 y 21 de este mes, informó la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de El Alto.
Puntos de vista
María Cristina Soto
Presidenta CIC de El Alto
La arquitectura andina, color y vida de El Alto
Nació así, con dedicación en el trabajo, en el diario amanecer y el atardecer de la dura jornada; volver presurosos a encontrar la tibieza del hogar. En ese caminar no puedes dejar de admirar la pared, el diseño, los contrastes. ¡Es que da gusto contemplarlos!
Cada día van levantándose coloridos, animados, pujante desarrollo de una ciudad que emerge con creatividad y es la arquitectura andina, color y vida.
Édgar Arandia, director
Museo Nacional de Arte
Representa la nueva realidad de la urbe alteña
Con gran placer saludo este libro que por primera vez documenta la nueva arquitectura de la ciudad de El Alto, en particular la obra de Freddy Mamani. Esta arquitectura representa la nueva realidad de El Alto, su vibrante cultura emergente y sus expresiones todavía en formación y no documentadas en su cabalidad. Mamani Silvestre es uno de los creadores de la neo-arquitectura andina, también llamada popularmente "cohetillo”.
Édgar patana
Alcalde de El Alto
Originalidad en las nuevas casas de
El Alto
Esta innovadora arquitectura andina de Bolivia muestra la originalidad de las nuevas "casas” en la urbe alteña, con edificaciones imponentes y coronadas en su mayoría por una residencia familiar en la parte superior, cuyo esplendor está en relación directa con el éxito financiero del habitante aymara-andino. Este modo de diseño colectivo hace visible una matriz cultural propia, con bases comunitarias.
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