Da la impresión, cuando se visita Urubó Village, de que aquí, a exactamente 5,8 kilómetros de la Plaza 24 de Septiembre, se gesta algo grande.
Y ciertamente es así. Eso ya se entrevé en la apertura de las vías principales, que están revestidas de cemento rígido y que se abren, como serpientes grises, en medio de la exuberante vegetación de la zona.
Desde este punto, un promontorio, desde donde se ve cómo el pool de maquinaria mueve tierra, luego de las excavaciones, se logra ver los edificios más altos de la pujante capital cruceña. Aquí, en la banda del Piraí, hay dos grados menos que en el centro de una de las ciudades que más crece en América Latina, debido a las corrientes de viento.
"Será el proyecto inmobiliario más grande del país”, dice el gerente de Urubó Village, Gastón Mujía, quien hasta hace poco era uno de los principales ejecutivos de la petrolera francesa Total, pero que hoy está más que emocionado con su trabajo en el sector inmobiliario.
Y no es para menos. En Urubó Village, se han fusionado las trayectorias de dos conglomerados empresariales cruceños: El grupo industrial Roda, con más de 60 años de experiencia en la industria –de derivados de la madera y de cerámica, entre otros rubros-, en dos generaciones, y el grupo Urubó Golf, liderizado por el ejecutivo Luis Carlos Kinn, quien tiene más de 16 años de experiencia en proyectos inmobiliarios en esa floreciente zona de la banda del Piraí.
Bajo el paraguas de esta alianza, Urubó Village se perfila como el emprendimiento del rubro inmobiliario más grande del país.
Fuerte inversión
En 2014, los inversionistas Roda y Kinn convocaron a un concurso de arquitectura para que se perfilara lo que es hoy Urubó Village. Una empresa estadounidense ayudó a elegir el mejor proyecto.
Se trata de una iniciativa que se edificará sobre 198 hectáreas, lo cual la convierte en la mayor de su clase.
De acuerdo con Roda, es el proyecto inmobiliario más ambicioso que se haya emprendido en estos años en Santa Cruz, que es una de las capitales latinoamericanas de mayor crecimiento.
Según su socio, Luis Carlos Kinn, un ingeniero petrolero que se ha dedicado con éxito al desarrollo de urbanizaciones exclusivas, Urubó Village tendrá un avance por fases.
En la primera etapa, se ha previsto una inversión de 70 millones de dólares, con los cuales se habilitarán 800 terrenos o lotes de entre 800 y 1.400 metros cuadrados. "Es un capital semilla de los dos grupos y también dinero del sistema financiero nacional”, explica Roda.
Según Kinn, y por tratarse de la fase de arranque, el precio por metro cuadrado más bajo llega a 120 dólares, aunque el máximo, en la zona "premium” de la exclusiva urbanización, es de 250 dólares.
Para esta primera etapa, se ha previsto el tendido de un puente que conecta la avenida Roca y Coronado y Roca con Urubó Village.
"Queremos que sea un aporte urbanístico para Santa Cruz”, afirma Roda, quien asegura que el puente tendrá cuatro carriles –dos de ida y dos de vuelta- y 400 metros de largo; además, contará con la última tecnología en construcción en materia de tirantes u obenques. "Estará iluminado y las familias podrán dar paseos por el puente”, asegura Kinn.
Otro de los atractivos de la urbanización es la laguna de 13,8 hectáreas, la mayor de su tipo en este tipo de desarrollos urbanísticos.
Lo que inicialmente llama la atención, en el diseño, es la disposición de los terrenos a lo largo de las 198 hectáreas: hay cuatro módulos; en cada uno de ellos los lotes están distribuidos en forma de palmera, como si fueran réplicas de la célebre palmera de Dubái. Cada uno de ellos cuenta con una excelente superficie para la construcción y lo mejor es que el lado trasero colinda con un área verde. Hay ciclovías que rodean el perímetro de los módulos.
El módulo más atractivo, en términos urbanísticos, conforma una isla rodeada por el espejo de agua de 13,8 hectáreas y está rodeado por un malecón ideal para paseos en los ocasos o en noche en que sopla la brisa suave del Urubó. Por supuesto, en el espejo de agua se pueden practicar deportes náuticos y están vetadas las embarcaciones a motor, porque pueden contaminar el agua.
26 edificios
Pero en Urubó Village no sólo hay terrenos, sino que se ha proyectado también la construcción de 26 edificios, cada uno de cinco pisos como máximo, que en total tendrán 1.300 departamentos.
Por tratarse de la etapa de lanzamiento, se ha previsto que el metro cuadrado construido de estos departamentos tenga un precio de 1.000 dólares, informa Kinn, aunque, como es previsible, en pocos meses estas edificaciones alcanzarán, como los lotes, un valor de mercado más alto.
Si se suman los lotes y los departamentos, se tiene que habrá al menos unas 1.200 familias residentes, lo cual equivale a decir que la urbanización será habitada por más de 10.000 personas.
"Es como la nueva Santa Cruz, pero ya no de la sierra”, explica Roda, quien asegura que los pobladores de esta nueva urbanización contarán con todos los servicios.
Los residentes, además, podrán acceder a los servicios de un country club, un club hípico y un colegio. Es decir, todo lo que una concentración poblacional exige.
La tercera fase
En la última etapa, se ha proyectado la construcción de un centro empresarial y comercial. Responde precisamente a las necesidades de los residentes de la exclusiva zona, pero también se proyecta a la comunidad y al mercado.
El centro empresarial se destaca por tres edificios o torres con la forma del árbol cruceño más tradicional, que es el toborochi. En las denominadas Torres Toborochi, habrá amplios espacios para oficinas y hasta un hotel de cinco estrellas, con jardines colgantes, dotado de un helipuerto.
En el Centro Comercial, en el que predomina un boulevard, se instalarán restaurantes, supermercados, un mall para las grandes marcas globales y otros espacios de esparcimiento.
Urubó Village no sólo es el proyecto inmobiliario más grande del país, sino también el sueño de dos grupos empresariales que, pese a la crisis internacional, apuestan por Bolivia.
El financiamiento para los interesados
¿Cómo se puede acceder a la propiedad ya sea de un lote o terreno o de un departamento?
El inversionista Cristóbal Roda asegura que hay múltiples posibilidades.
"Se puede comprar un lote o un departamento con planes flexibles, que van desde la compra al contado o con un financiamiento a 20 años de plazo”, explica el inversionista Cristóbal Roda.
En este amplio abanico están aquellos que pueden dar un aporte inicial de determinado porcentaje. Se dispone de cinco modalidades para facilitar la adquisición de las propiedades.
En cuanto al mercado, Luis Carlos Kinn, un experimentado ejecutivo del sector inmobiliario, explica que, según las tendencias en anteriores proyectos que él gestionó, se espera que un 50% de las ventas se concentre en los inversionistas del interior del país, ya sea de La Paz, Cochabamba, Tarija y otras capitales del interior.
Según Roda, es un proyecto abierto para todos los interesados en contar con una propiedad en la capital económica nacional.
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