La preservación del patrimonio arquitectónico en Cochabamba ha quedado prácticamente en manos de la “buena fe y conciencia de los propietarios” de dichas viviendas, según la declaración del jefe del Departamento de Patrimonio Territorial de la Alcaldía, Gustavo Siles.
Desde la última destrucción del patrimonio, la mañana del martes en una vivienda colonial de la plaza Principal, las acciones evidencian la poca importancia que algunos propietarios le otorgan a estos lugares históricos.
Asimismo, en la intervención del edificio del hospedaje-comercio hotel Tambo Tunari, de la calle Junín y General Achá, la Alcaldía determinó que hubo la intención de los propietarios de derrumbar, en su totalidad, la casona, según el informe técnico presentado en aquel entonces por Siles.
Al respecto, la autoridad señaló que con el poco personal que cuenta este departamento, el control y seguimiento de las intervenciones para la conservación de las edificaciones patrimoniales es muy difícil.
“No podemos abarcar todo”, citó el responsable al explicar que como Alcaldía apenas alcanzan a recibir las solicitudes y proyectos de intervención, mismos que deben ser revisados y corregidos.
Al respecto, la representante del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio, Patricia Dueri, señaló que las autoridades no generaron políticas adecuadas a las acciones que se deben seguir en este campo.
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