Encontrar un piso compartido en pleno barrio de Justicia, en el centro de Madrid, por 100 euros puede parecer una ganga. Es uno de los distritos más caros de la capital –el precio del metro cuadrado supera los 5.000 euros–. Sin embargo, las «claúsulas» del contrato impuestas por el casero pueden hacer cambiar de opinión e, incluso, que el precio parezca demasiado caro. «Baño hidromasaje, cocina moderna y equipada, zona muy tranquila y bien comunicada»... a cambio de «compañía». Un eufemismo bajo el que se esconde la condición de mantener sexo a cambio de una cama por la que, además, hay que pagar.
Es sólo un ejemplo de los últimos anuncios publicados en un conocido portal inmobiliario gratuito. Proposiciones que se mezclan con miles de ofertas de alquiler y que llaman la atención por sus precios irrisorios. Desde 1 hasta 100 euros, pasando por un discreto «a consultar». Eso sí, todas las ofertas están dirigidas a mujeres. La mayoría se concentran en la capital, aunque también en municipios como Valdemoro, Móstoles o Torrejón de Ardoz, entre otros.
«Busco habitación en Alcalá a cambio de hacer todo lo que me pidas»
Los «caseros» son selectivos con sus potenciales «inquilinas». «Comparto piso con chica de 18 a 25 años», explicita uno de los hombres que ofrecen su casa a cambio de relaciones sexuales. Su edad: 39 años. A cambio, ofrecen facilidades como esta: «Puedes estudiar tranquilamente. Hasta la noche no estoy en casa». Y describe sus preferencias: «Valoro que seas agradable, educada, simpática. Busco chica liberal, divertida y honrada», matiza. Otros amplían su oferta a parejas, siempre y cuando haya sexo de por medio: «Comparto mi piso con una compañera de piso o una pareja a cambio de sexo. Soy chico serio y con ganas de tener buen rollo en casa».
«Cama para chica gratis»
«Hola, se comparte un estudio, de un dormitorio, en el centro de Madrid, muy bien comunicado, para chica, sólo chica. Se presta alojamiento gratis a cambio de buena compañía», es otro de los anuncios reales, subidos a la red esta misma semana. En este caso, además de piso lo que se comparte directamente es la cama. Lo cierto es que, ya sea por curiosidad o porque realmente haya gente interesada en este tipo de «acuerdos», el anuncio ha recibido más de 2.000 consultas. En él, incluso se muestra una foto del lecho «gratuito». «Puedo darte, alojamiento y comida, si tú a cambio me das tu compañía, de vez en cuando. Soy muy educado, agradable, nada feo, razonable...», propone otro hombre español de 40 años en un reclamo similar.
Pero no solo existe oferta. Aunque es más complicado de encontrar, en la sección de demandas hay gente que ofrece su cuerpo a cambio de un techo. «Soy extranjera. Busco apartamento o piso o habitación compartida. Doy sexo a cambio. Soy de mente muy abierta. Gracias. Donde sea», dice una mujer en otro portal de anuncios gratuito. También hay hombres dispuestos: «Hola soy chico joven de 25 años. Estoy buscando habitación en Alcalá. En principio no tengo dinero para pagarla. Sería a cambio de hacer las tareas domésticas o todo lo que me pidas».
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