Con sus cuerpos golpeados, con unas quemaduras y los ojos entintados, muchos vecinos del asentamiento de Parcopata, en el Distrito 8 de El Alto, retomaron fuerzas tras la quema y el avasallamiento de sus hogares para gritar a voz en cuello ¡Justicia! en puertas del Palacio de Justicia de esa urbe, pues aseguran que los avasalladores les despojaron de todo lo que tenían.
Entre la multitud, un niño de apenas 12 años lloraba desconsolado, pues asegura que durante el cruel enfrentamiento por la tenencia de tierras el pasado fin de semana, todos sus útiles escolares, su guardapolvo y sus juguetes se calcinaron en el incendio que acabó con toda su casa.
“Ya no podré ir al colegio porque mis papás no tienen absolutamente nada. Todo nos robaron y lo que quedó fue quemado con una botella con gasolina”, lamentó el pequeño envuelto en la desesperación.
Junto a su familia, como otras cien personas aproximadamente, pasaron dos noches ya con el cielo como cobija.
“Nos quedamos en la calle, no tenemos nada, ni para hacerles un té a nuestros hijos. Parece una pesadilla que hayamos sido víctimas de estos traficantes de tierra que intentaron expulsarnos a la fuerza”, agregó Hortensia Pazo, mientras temblaba por la impotencia cuando se realizaba la primera audiencia en los juzgados de El Alto. Entretanto, un coro de llanto y gritos clamaba por justicia. “Queremos que los que nos hicieron esto paguen por todo este daño.También pedimos que nos devuelvan nuestras cosas porque sabemos que todo esto fue promovido por Gonzalo P. T. I.”, aseguró otro de los vecinos durante la protesta, quien evitó ser identificado.
Según los dirigentes, Tarquino habría contratado a decenas de delincuentes para que los expulsen porque se negaron a pagar sin recibir documentación de los predios.
“Este personaje tiene antecedentes y fue él quien trajo a esos antisociales a cambio de 50 bolivianos”, denunció el vecino.
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