sábado, 29 de septiembre de 2012

La Alcaldía expropió y demolió 23 casas del sector Cervecería

Ximena Paredes / Página Siete
Un vecino se cubre el rostro para protegerse del polvo.
Veintitrés de las 24 viviendas de la zona Cervecería que la Alcaldía de La Paz declaró no aptas para ser habitadas ya fueron expropiadas y demolidas. Sólo resta una, cuyo propietario se resiste a abandonar la zona pese al alto riesgo.

Esta situación fue confirmada ayer por el presidente del Concejo Municipal, Omar Rocha, quien encabezó una comitiva -de funcionarios ediles y dirigentes vecinales- que visitó ocho de las 14 zonas afectadas por el megadeslizamiento ocurrido en febrero de 2011 en la ladera este de la sede de Gobierno.

A pocas semanas del desastre natural que afectó en total a unas 750 familias, técnicos de la Alcaldía determinaron que 24 viviendas de Cervecería no podían salvarse e instruyeron el inmediato desalojo para efectuar la estabilización del suelo y de un talud, labores que aún están en desarrollo.

Rocha y el director de la Dirección de Gestión de Riesgos, Vladimir Toro, confirmaron que de esas 24 viviendas, 23 ya fueron expropiadas y demolidas. “Sólo una familia se resiste a marcharse del lugar”, apuntó el presidente del Concejo.

Del resto de las casas, según verificó la comisión, ya no queda nada. Sus dueños se fueron a otras zonas, tras recibir su indemnización.

Perjuicios

Los vecinos que no fueron afectados directamente por el deslizamiento siguen padeciendo el “calvario” de las secuelas.

Desde que la comuna inició la demolición de las viviendas y la estabilización de suelos -en enero-, los vecinos no ven nada más que tierra y piedras donde hasta el año pasado se alzaban más de una veintena de casas.

Los pobladores se quejan de que las obras de compactación y movimiento de tierras, con tractores y volquetas, llenan de polvo todo el vecindario.

“En este lugar comemos tierra, nuestros ojos están irritados y no hay caso de limpiar nada porque en un segundo ya está sucio otra vez. Además, nos está dando alergias”, se quejó una mujer ante la comitiva.

Juana Limachi, una vecina del área, señaló que desde que las obras comenzaron, sus nietos se enfermaron de conjuntivitis en más de una oportunidad y culpa de ello a los trabajos que se hacen.

En general, los reclamos de los vecinos apuntaron a la velocidad con la que las obras avanzan, a la inminente llegada de la temporada de lluvias y a la necesidad de impermeabilizar el sector y al polvo que respiran cada día.

Las obras que se realizan en la zona
En el sector Cervecería se expropiaron 23 viviendas para la estabilización del suelo y del talud ante el riesgo de un nuevo colapso. Desde enero están en marcha tareas de compactación y movimiento de tierra.

Según el director de la Dirección de Gestión de Riesgos (DEGIR), Vladimir Toro, en estas obras se ha invertido cerca de 70 millones de bolivianos y se tiene un avance del 38%.

“Una vez que terminemos con el movimiento de tierra, procederemos a la impermeabilización del talud para evitar que se filtren aguas de lluvia”, dijo.

Según datos de la Alcaldía, al momento se han movido más de 30 toneladas de tierra y escombros en esta zona, ubicada al noreste de la ciudad.

Tras la compactación de las tierras, se planea la construcción de banquinas y cunetas para estabilizar y drenar las aguas del talud.

Fuera de estas obras de prevención, en las viviendas que aún se mantienen habitadas y que no fueron consideradas para su demolición, la Empresa Pública y Social de Agua y Saneamiento restableció el servicio de agua potable instalando una nueva red domiciliaria. Sin embargo, aún existen inmuebles que no cuentan con alcantarillado, señaló una vecina.

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