El programa de “Vivenda saludable productiva para el trópico de Cochabamba” rompió los esquemas de las viviendas sociales en Bolivia. En las 794 casas -749 construidas y 45 mejoradas- se establecieron nuevos criterios de diseño, administración y gestión participativos.
“Para el material nosotros aportamos con agregados de nuestros ríos. La cerámica y ladrillo trajeron desde COBOCE Ceramil y el cemento también de COBOCE”, dijo Ruth Maita, beneficiaria de la comunidad San Isidro. Maita explicó que un Comité de Vivienda (COVI) participó de los procesos de licitación buscando el mejor precio y calidad.
El gerente regional Cochabamba de la Fundación Pro Hábitat, Rolando Velarde, explicó en detalle la fortaleza de este proyecto destacando tres puntos.
El primero, tiene que ver con el diseño de la vivienda, determinado por cada familia según sus necesidades y posibilidades económicas. Si bien había una contraparte base del 60 por ciento , muchos beneficiarios aumentaron el capital para darle un toque personal.
Como segundo elemento se destaca el aspecto administrativo, donde el Covis de cada comunidad se encargó de invertir de la mejor manera sus recursos, un monto total de 72.601 bolivianos para cada casa, de los cuales 29.685 bolivianos fueron otorgados por el Gobierno central a través del Viceministerio de Vivienda y Urbanismo.
El tercer punto, fue el establecimiento de un convenio donde cada familia controlaba el cupo de material que le quedaba haciendo una supervisión presupuestaria en la obra.
“Todo esto hace que el programa sea transparente y confiable”, dijo Velarde.
Por su parte el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien realizó la entrega definitiva de las viviendas, informó que el proyecto continuará como un modelo para todo el país. “Ustedes son un modelo de compañeros, porque cada uno ha aportado con más del 60 por ciento ”, dijo el mandatario.
Asimismo el alcalde del Gobierno Municipal de Shinahota, Rimer Ágreda, a nombre de las 17 comunidades beneficiarias, agradeció, pero además reconoció que a un inicio no creían que el proyecto podría concretarse. “Antes sólo escuchábamos de esos proyectos, y ahora vemos que no es así, Evo no se olvidó del trópico”, dijo.
La gerente general de la Fundación Pro Hábitat, Antonia Terrazas, expresó su satisfacción al concluir el proyecto que inició en agosto de 2011 y finalizó en julio de este año. “Agradecemos al Presidente por darnos la oportunidad de acercarnos al trópico y hacer lo que sabemos, mejorar las condiciones habitacionales de las familias”, dijo Terrazas.
La continuidad de este programa de vivienda en el trópico fue ampliada a 4.204 casas más a través de un convenio firmado entre la Agencia Estatal de Vivienda, el COVIT (Comité de Vivienda del Trópico) y las Seis Federaciones del Trópico.
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