Las viviendas unifamiliares serán reemplazadas para dar lugar a la construcción de edificios, donde se albergarán mayor número de gente, por lo cual la mancha urbana no necesariamente crecerá, es la conclusión que, a modo de pronóstico, sostiene Alvaro Viaña, director administrativo de la Dirección de Administración Territorial (DAT).
Por la falta de espacios geográficamente aptos para la construcción, el funcionario establece, ante el posible problema que puede darse con el crecimiento poblacional y la falta de espacios para la edificación de viviendas, un proceso que se ha dado en muchas otras ciudades del mundo, pero prefiere dar un ejemplo local.
“La urbanización San Miguel fue construida por la década de los ´60 y ´70, como viviendas de interés social de una plantita (un piso), pero al generarse centralidades, se ha generado una dinámica económica, ha ido cambiando de una a tres plantas, luego cinco, luego siete. Ahora a causa de la transformación urbana es que se ha dado en un mismo espacio de viviendas que tenían una planta y con una densidad muy baja de habitantes que está creciendo. Esto es lo que seguramente va pasar en toda la ciudad”.
Comenta que “hace unos 10 años era muy poco probable que se construyan estructuras superiores a los 30 pisos”, hoy en día hay cuatro edificios aprobados y en construcción en la ciudad de La Paz, que superan esos límites.
Esto se debía a otro elemento que Viaña toma en cuenta la renovación en cuanto a los materiales de construcción, que a su criterio, nuestra forma de construir es muy tradicional, en la que se emplea mucho hormigón armado y por ende mucha agua, lo cual hace lento el proceso de construcción, pero que a medida que los materiales y se renueven la construcción se va a “disparar hacia arriba”.
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