La arquitectura de vanguardia parece haber dado un paso más allá de los monumentales rascacielos y su lucha por tocar las nubes, lo que se desprende del ambicioso proyecto surcoreano para la construcción de una torre que saltará a la historia, no por su altura, sino por ser invisible.
Se trata de una compleja estructura de vidrio, en combinación con luminaria LED y videocámaras especializadas, que logra un efecto de piel reflexiva sobre el exterior del edificio, a lo largo de sus 450 metros de altura, lo que virtualmente lo hace desaparecer, camuflado en el paisaje.
La superficie invisible de la Torre Infinito (así se llamará) es, en esencia, camuflaje de vanguardia. Se colocarán cámaras a tres diferentes alturas en seis lados distintos del edificio, para capturar imágenes en tiempo real de los alrededores; otras tres secciones, cada una llena de 500 filas de pantallas LED proyectarán las imágenes digitales individuales.
A través de un procesamiento digital, las imágenes serán ajustadas, rotadas y unidas para crear una imagen panorámica de una pieza que aparece en pantallas LED para crear la ilusión de invisibilidad.
En esencia, todo lo que ocurra detrás del edificio será proyectado en el frente. Según GDS, los directores podrán alterar el nivel de poder utilizado para darle al edificio distintos niveles de invisibilidad.
Su diseño está orientado a un uso exclusivamente comercial, más precisamente sobre las áreas del entretenimiento y el espectáculo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario