Tras el derrumbe de un muro de contención en la zona Achachicala, once familias de cinco viviendas fueron evacuadas. Algunas temen volver a sus casas ante el riesgo de que éstas sean enterradas por el lodo, tal como sucedió con la familia Rojas Ticona, que el miércoles perdió a tres de sus miembros.
“En mi casa había cinco cuartos, dos cocinas y un baño. Una de las habitaciones quedó derribada con el derrumbe y a otro cuarto el barro se quiere entrar por el techo. Da miedo volver. Hasta ahora estamos alojados en la casa de otras personas, no en la sede social del barrio, quisiéramos que nos den un lugar donde dormir”, dijo Daniel Viscarra, propietario de la vivienda contigua a la siniestrada el miércoles.
El vecino ni siquiera puede ingresar a su casa por la puerta principal, pues está tapada por el lodo. Cuando ocurrió el derrumbe, huyó con sus hijos y la otra familia que vivía en su casa por la parte trasera del inmueble, que da a un predio abandonado.
Una de las piedras y parte del lodo que se arrastró con el muro de contención cayó sobre el cuarto en el que dormía el sobrino de Viscarra. El joven salió de inmediato, pues el promontorio de tierra y piedras se quedó sobre su techo.
Elizabeth Herrera, que vive más abajo de la calle Teniente Delgadillo -desde donde cayó el muro-, también evacuó su vivienda por temor a que el muro sepulte sus cuartos. “Por la seguridad de mi familia he tenido que evacuar”. Ella se encuentra a la espera de que la Alcaldía estabilice el terreno y garantice que el lugar es habitable.
La lluvia que caía ayer a las once de la mañana impidió que los obreros de la Dirección General de Gestión de Riesgos (DEGIR) realicen el trabajo de estabilización en la calle afectada, que se encuentra entre las calles 1 y 2 de Achachicala. Sin embargo, se impermeabilizó con plásticos el área del desplome del muro de contención que fue construido por Propais.
La Subalcaldía Periférica inspeccionó 20 viviendas en el área afectada e identificó algunas filtraciones por las lluvias.
Los vecinos que evacuaron las cinco viviendas dejaron la mayor parte de sus pertenencias en la sede social del barrio, pero pernoctan en las casas de algunos parientes y amigos. Piden conocer su situación y si les darán alguna indemnización.
La abuela cuidará de los huérfanos
Los tres huérfanos de la familia Rojas Ticona se quedarán a cargo de su abuela, madre de Damiana Ticona, que perdió la vida junto a su esposo (Hernán Rojas) y su hija (Dayana), cuando un muro de contención cayó sobre el cuarto donde dormían, la noche del miércoles.
La determinación fue asumida entre los parientes de la familia, informó Elvira Ticona, hermana de Damiana. “Nos hemos reunido y hemos decidido que se queden con mi mamá (la abuela)”. Los restos de la familia Rojas Ticona fueron velados ayer en un local de la avenida Ramos Gavilán y por la tarde fueron enterrados en el Cementerio General.
El alcalde, Luis Revilla, se reunió con los tres hijos y familiares de las víctimas y acordó brindar a los huérfanos toda la colaboración para que culminen sus estudios y tengan los medios de subsistencia.
El compromiso será ejecutado en coordinación con la Universidad Salesiana, donde trabajaba Damiana Ticona.
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