Si antes elaboraban al mes entre 40.000 y 60.000 ladrillos de adobitos, ahora fabrican entre 15.000 y 20.000 y las ganancias apenas les alcanza para pasar el mes. Esta es la situación de alrededor de 150 familias que se dedican al rubro de la ladrillería artesanal en la localidad de El Visito, distante a 13 kilómetros de la ciudad capital, de la carretera a Cotoca. Desde hace cuatro años los ladrillos de cerámica y los bloques de hormigón, afectaron al negocio. A ello se suma la lluvia, que se convierte en enemiga de este material.
Materiales alternativos. El ladrillo de adobito es usado principalmente por los pequeños constructores. Mientras que las obras grandes utilizan materiales alternativos como el ladrillo de cerámica o los bloques de hormigón, que ahorran tiempo y dinero. En el mercado el mil de ladrillos adobitos tiene un valor de Bs 1.300 a 1.500, mientras que el de cerámica (seis huecos) a Bs 1.100 a Bs 1.200. Esta diferencia se registra en los camiones que comercializan este material.
Rolando Shrupp, presidente de la Cámara de la Construcción, admite que el ladrillo artesanal tiene un aislamiento térmico y sonoro más resistente que cualquier otro ladrillo, pero su textura y tamaño varía mucho, situación que demora a la hora de levantar una obra. "Medio centímetro más entre un ladrillo y otro hace mucha la diferencia", apuntó Shrupp que asegura que será el mismo mercado el que irá pidiendo las mejoras de este material.
El ingeniero valora el esfuerzo que hacen los “artesanos” a la hora de fabricar los adobitos, pero indicó que mientras no se tenga un tamaño ideal o textura más lisa seguirá siendo suplantado por otros como el ladrillo de cerámica o el paves (como el adobito, pero más simétrico), que ha ganado terreno en los últimos años. A pesar de plantearse como elemento de construcción, se ha convertido en un material muy utilizado en decoración gracias a sus formas y colores en edificaciones minimalistas.
En proceso de certificación. Para unificar y mejorar esta producción, Shrupp señaló que se está elaborando un documento para sugerir la certificación de los materiales de la construcción y que uno de sus puntos es proponer que estos sean estandarizados en el mercado. Señaló que el documento se encuentra en etapa de mencionar las prioridades del sector de la construcción y de hacer hincapié en el tema de seguridad (que los materiales no sean inflamables).
El Visito subsiste por la arcilla. Mientras tanto, la comunidad El Visito, una de las principales referencias en la fabricación de ladrillo, sigue su faena diaria, esperando días mejores.
Teodoro Caba, uno de sus pobladores y artesano, dice que tiene fe de que el “señor Sol” le permitirá secar sus más de 500 ladrillos que colocó en la tierra para luego ser traslados a un horno donde piensa cocer un total de 1.500 piezas. Desde hace cuatro años el negocio va en descenso. Recuerda que antes llegaba a ganar más de Bs 10.000 o Bs 15.000 mensualmente, monto que lo distribuía en pagar las jornadas a sus ayudantes, (entre cinco y seis personas) comprar material y mantener su hogar.
Sin embargo, ahora todo lo hace genera Bs 7.000 y de ahí, más de la mitad se le va en comprar el material que necesita para elaborar las piezas. "Si pago un ayudante me sale caro, yo mismo hago todo el proceso".
"Si las autoridades nos ayudarán con techos y tendido de gas para los hornos, no gastaríamos mucho, pero nadie viene hasta acá", comentó Cirilo Caba, su hermano mientras hundía sus piernas en la arcilla mezclando el aserrín para dejar compacta la “masa de barro”, lista para hacer los ladrillos.
Para saber:
Proceso de elaboración de forma artesanal
Pasos. Se extrae la arcilla de pozas con retroexcavadora. Luego se mezcla con aserrín cuatro veces, “la masa” en pequeñas cantidades se coloca a los moldes de a dos piezas. Se deja un día a secar y luego tres días en el horno a leña. Cuando hay mucho sol en Visito se hacen 1.000 por día. En la actualidad, cada artesano genera mensual entre Bs 5.000 a Bs 7.000. Cada 3.000 ladrillos tiene un costo de Bs 1.100 de segunda, desde Bs 800.
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