miércoles, 26 de diciembre de 2012

Alcaldía devela que colegios se limitan a sellar planos de obras

El visado de los colegios de arquitectos e ingenieros a los planos de construcción de edificios en La Paz se ha reducido en los últimos años al colocado de un sello. No hay evaluación del proyecto ni cálculo estructural, develó ayer el Gobierno Municipal en una solicitada.

La Razón intentó comunicarse vía telefónica con la presidenta del Colegio Departamental de Arquitectos, Zulema Montaño, pero no tuvo éxito. El presidente de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia, (SIB) filial La Paz, Marcelo Badani, sólo confirmó que su institución avala que el profesional que interviene en alguna construcción es ingeniero civil y tiene experiencia en diseño de estructuras.

“La verificación y registro de los proyectos de construcción por parte de las instituciones colegiadas se ha reducido en los últimos años a la obtención de un sello que sólo precautela los derechos de autor de los profesionales arquitectos, pero en ningún momento se trata de un análisis o evaluación del proyecto y mucho menos de los cálculos estructurales de las edificaciones”, señala la solicitada publicada ayer.

Deficiencias. El cuestionamiento surge a propósito del colapso, hace siete días, de una columna estructural del edificio El Alcázar, ubicado en la calle Federico Zuazo, que obligó a evacuar a 174 familias y a cerrar 91 oficinas y locales comerciales que funcionaban en esa estructura mientras se estabiliza el inmueble.

El drama volvió a poner en la mesa de debate cómo se hace seguimiento a las construcciones, sobre todo ahora que en La Paz se produce un auge de la construcción, tras la declaración de parte del Sur y Miraflores como nuevas zonas de redensificación urbana, que le permitirán a la urbe crecer hacia arriba ya que no puede hacerlo horizontalmente por conflictos de límites irresueltos con sus vecinos.

La solicitada de la municipalidad reitera que el edificio en riesgo de colapso no tenía planos de construcción aprobados y que sólo encontró los planos aprobados del edificio Milenio II, emplazado en un predio de la Sociedad Anónima de Comercio (Sadeco) en el mismo lugar donde se halla El Alcázar—más conocida como Ormachea—, más chico, con menos departamentos, oficinas, negocios y estacionamientos.

“El Colegio de Arquitectos pone un visado de registro al proyecto, pero no hace una revisión del mismo. La SIB, que debe avalar el cálculo de estabilidad, sólo certifica que el profesional contratado está capacitado para hacer ese estudio, pero no hace una revisión del cálculo”, explicó ayer el alcalde de La Paz, Luis Revilla.

En ese contexto, la autoridad manifestó que se buscan hacer ajustes a los procesos de visado de ambos entes colegiados, para que éstos se involucren más en el proceso de construcción y verificación de los cálculos estructurales.

El Gobierno Municipal también hace referencia al nuevo modelo de emisión de permisos de construcción e inspección, aprobados mediante decreto edil el 13 de noviembre de este año, y que buscan controlar la alteración de planos.

El nuevo modelo de Simplificación y Cualificación de Trámites para la Emisión del Permiso de Construcción otorga un permiso provisional al comienzo de la construcción y el definitivo al concluir la edificación.

El cálculo estructural no aparece

El Alcázar

El alcalde Luis Revilla, informó que no se encontró el cálculo estructural del edificio que colapsó la semana pasada. “Al parecer no hubo cálculo estructural para el edificio, tal vez los de la SIB lo tengan, pero la Alcaldía no los tiene”, señaló.

Sadeco culpa a los residentes de El Alcázar

La Sociedad Anónima de Comercio (Sadeco), más conocida como Ormachea, deslindó responsabilidades el domingo por el colapso de una columna estructural del edificio El Alcázar y, en una solicitada publicada en un medio escrito de La Paz, atribuyó el suceso al exceso de cargas que fueron puestas por residentes “que abusaron del uso” de la infraestructura.

“Se ha introducido maquinaria pesada en el edificio; se ha utilizado propiedades como depósitos, imprentas, bibliotecas y otros; se han construido áreas adicionales de forma particular, sin contemplar el efecto de las mismas en el edificio, se ha parqueado vehículos de trabajo (volquetas con carga); se ha parqueado más vehículos de lo previsto”, dice la firma.

En el documento, Sadeco también aclara que por encima de las obligaciones legales con la estructura —que considera que se extinguieron— participará activamente de la solución del problema.

También dice que la construcción tiene planos arquitectónicos aprobados y planos estructurales sellados por la Sociedad de Ingenieros de Bolivia, entre otros.

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