Cerca de las 15.00 del lunes, un grupo de 150 personas acusadas de ser parte del Movimiento Sin Tierra se acercó en actitud hostil hasta el lugar, donde se encontraban quienes aseguran ser adjudicatarios de los tres manzanos.
Los avasalladores les dieron un ultimátum de media hora para desalojar las viviendas o de lo contrario les amenazaron con echarlos por la fuerza porque decían que los legítimos dueños eran ellos, relató Daniel Mamani. “Dijimos que no íbamos a salir porque nosotros tenemos papeles del derecho propietario. Nos los pidieron y al mostrarles nos los quitaron e incluso los destruyeron, quemaron y robaron”, agregó.
Tardanza. A las 15.30, los avasalladores arremetieron contra el grupo de personas instaladas en las viviendas hechas de adobe. Blandían palos, piedras y hacían estallar dinamita. La Policía fue alertada y llegó al lugar una hora después, cuando ya ocho viviendas estaban destruidas y dos personas requerían del auxilio médico porque habían recibido golpes y sangraban.
Minutos antes, los atacantes avanzaron bruscamente enarbolando wiphalas. Destrozaron un vehículo y una motocicleta. El dueño de ésta fue agredido con piedras y tuvo que ser trasladado a un hospital de la extranca de Río Seco. Un segundo herido fue evacuado a la Ceja. “No lograron derribar los muros, por eso utilizaron dinamita para voltear paredes”, contó Mamani.
En la confusión, se perdieron garrafas, puertas, ventanas, material de construcción y herramientas de albañilería como picotas, palas e incluso documentos de las viviendas. También fueron derribados los dos únicos muros perimetrales que existían en la zona. Al ver a la Policía, los avasalladores escaparon hacia el norte de la zona Bajo Milluni.
La refriega concluyó con la llegada de la entidad del orden, pero el problema aún persiste. Ayer, las personas que fueron atacadas se habían organizado en tres grupos: el primero hacía vigilia en los lotes, el segundo había ido a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) a presentar una denuncia y el tercero hacía trámites en las oficinas de la Alcaldía alteña.
El contingente que custodiaba los inmuebles estaba alerta porque decía que los avasalladores estaban reunidos en el este o en el norte, a pocas cuadras del lugar. Sin embargo, esa situación no pudo ser verificada, aunque los vecinos insisten en que no podrán dormir.
Los atacados indican que son un grupo de 53 familias, que habrían adquirido sus lotes hace 35 años de la Cooperativa El Tejar, que entonces estaba instalada en la parroquia El Salvador de la zona del mismo nombre. En junio de este año comenzaron a llegar las amenazas de desalojo e incluso, aseguran, funcionarios de la Subalcaldía fueron al lugar para pedirles papeles de los terrenos.
Piden que se investigue
Subalcaldía
Los vecinos afectados por los destrozos en ocho viviendas de Bajo Milluni piden que se indague en la Subalcaldía del Distrito 14 porque piensan que E. Mamani estaría presentando documentos falsos de esos predios.
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